Tras haber visitado durante este verano varios pequeños festivales, DESERTFEST AMBERES era de alguna forma, la corroboración del regreso a la normalidad de la música en vivo europea. Sin ningún tipo de restricciones, sin mascarilla y con el único requisito de presentar una prueba PCR negativa o el certificado de vacunación Desertfest Antwerp se convertía en el primer festival para muchos habituales de la escena underground europea. Una cita importante, que había colgado el cartel de sold-out y que prometía grandes emociones.
Con la suerte de tener un calentamiento previo con la actuación de los suizos DIRTY SOUND MAGNET en Amberes, comenzábamos nuestra andadura por tierras belgas. Esa casualidad hizo que pudiera reencontrarme con amigos del resto de Europa en un show que sirvió de perfecto warm-up para los tres intensos días que nos esperaban.
En torno a las 5 de la tarde del viernes, nos presentáramos en Trix, un espacio a las afueras de Amberes en el que durante tres días nos olvidáramos de las calamidades que llevábamos pasando durante el último año y medio. Demasiado tiempo sin música en vivo para muchos de los habituales de los festivales europeos, por lo que la fiesta iba a estar asegurada.
A la llegada y tras cumplir con los trámites de acreditación, entraba a un recinto desconocido para mi. Un complejo con tres salas de actuaciones y distintos espacios entre los que destacaba un patio al aire libre en el que los asistentes reponían fuerzas en los distintos puestos de comidas habilitados al efecto. Con un sistema en el que comprabas fichas en una taquilla o en las máquinas dispuestas al efecto, todo se hacia mas sencillo para disfrutar de una jornada que nos prometía emociones fuertes. Si bien la distribución en distintos escenarios de las bandas puede producir los temidos solapes, siempre tenías una alternativa adecuada para tus gustos personales.
DETRVIRE eran los encargados de abrir el festival en el Vulture Stage. El escenario más pequeño de los tres, y en el que se produciría las mayores descargas de adrenalina. Su apuesta hardcore y metal chillona no era de mi interés y al acercarme a su show comprobé que aquello no era para mí. Durante su show se producían los primeros pogos del festival por los amantes de los sonidos más agresivos.
Tras esta primera toma de contacto, me trasladé al Canyon Stage, el escenario mediano que podía albergar a mas de medio centenar de personas, ahí FAKE INDIANS era mi primera sorpresa. Sus hipnóticos ritmos alternativos contagiaban al personal con una apuesta kraut y noise-rock muy atractiva. Toda una sorpresa de una banda desconocida para mí, pero acabó por conquistarme con su fuerza y buen hacer en ese híbrido de psicodelia espacial. Prometedores.
Mi curiosidad me llevaba al escenario principal, allí en el Desert Stage, un amplio lugar con capacidad para más de mil personas donde los holandeses DOOL dejaban patente su calidad con sus góticos sonidos a caballo entre el post-rock, post-metal mas alternativo. Un show solvente y oscuro con una magnífica puesta en escena. Los holandese no defraudaron a sus fieles.
Era el momento de regresar al Canyon Stage para caer rendido a una de las bandas que mas me sorprendió de la jornada y de todo el festival. MANNGOLD ponía la electricidad con su psicodelia hipnótica de tintes cósmicos. Toda una bacanal de ritmos efectos y buenas guitarras que rápidamente contagiaban al personal y hacia de los bailes desenfrenados se sucedieran. Una de las mejores bandas de la jornada y una muy agradable sorpresa para mí. Soberbios y magnéticos, el crisol de sonidos que salía de un escenario casi en penumbra y con el humo cubriendo a los músicos, fue uno de los grandes alicientes de la jornada del viernes. Sobresalientes.
Uno de los platos fuertes de la jornada eran los alemanes MY SLEEPING KARMA, una banda que ha vuelto a los escenarios con toda su fuerza y magia intacta. Si este verano ya me lo dejaron claro en Hoflarm Sessions, aquí corroboraron el cariño que su amplia cohorte de fans les procesa. Con el abrazo inicial característico en todos sus shows, la banda alemana ofrecía un show emotivo en el que repasaban sus ya clásicos temas ante un personal que abarrotaba la sala y que caía rendido a su buen hacer. Momentos de calma y misticismo convivían con sus embestidas de riffs rugosos en una actuación épica y memorable. Los juegos de luces y proyecciones completaban un show notable con el que la banda fue ovacionada. No en vano la complicidad entre su guitarra y bajista hace que cualquier show de MY SLEEPING KARMA sea memorable, y en esta ocasión así fue.
Con ese buen sabor de boca que siempre dejan MSK, llegaba la hora de retornar al Vulture Stage, allí por fin tendría la oportunidad de ver en vivo a mi amigo Peter y su banda BISMUT. Con el recinto abarrotado, el trío desplegaba todo su buen hacer en esto de la psicodelia pesada y las vibraciones post-metal. Atmosféricos, pesados y precisos, sin mucha parafernalia ofrecían una actuación más que notable. De hecho, acabé con la sensación de que su música en directo era todavía más psicodélica y pesada que en disco.
La coincidencia horaria me imposibilitaba acceder al show de CULT OF OCULT, ya que el plato fuerte de la jornada y del festival estaba preparado en el escenario principal. La que probablemente fuera mi banda favorita del festival, MOTORPSYCHO estaba lista para durante dos horas llevarnos al éxtasis. Con un poder de convocatoria menor del que habían tenido MY SLEEPING KARMA, el trio noruego, llevaba el Desert Stage con sus sonidos experimentales. Puedo estar de acuerdo en que MOTORPSYCHO no es una banda fácil, para la cantidad de registros que pueden ofrecer en cada una de sus actuaciones, son el reflejo de que son una de las bandas más creativas y sólidas de la escena. El trio ofrecía una primera parte de su actuación mostrando su lado más conocido y pesado, para entre proyecciones y con una dualidad de luces entre el azul y el verde presentarnos una segunda parte más experimental y rica en matices. Aquí la banda se dejaba llevar por jams interminables que hacían que el personal flotara en un sueño del que no querría despertar. Sobresalientes como siempre. No en vano era la única banda que tenía un tiempo de actuación superior a cualquier otra banda del fin de semana, por algo será…..
Si bien MOTORPSYCHO no enganchaban a toda la concurrencia con su intricada apuesta sonora, DAILY THOMPSON ponía patas arriba el Vulture Stage con sus vibrantes sonidos psicodélicos de vocación 90’s. Los alemanes son especialistas en poner un recinto patas arriba, y aquí no iba a ser menos. Cada día más maduros en su sonido, la descarga de adrenalina estaba servida en una actuación ardiente y alabada por un público que estaba disfrutando de una fiesta que ya no tenía marcha atrás. Lástima que en un espacio tan pequeño, no pudieran brillar con todo su potencial ante una audiencia mayor, ya que ese recinto, no permite que todo el personal pueda disfrutar al completo de su actuación.
Cerrando la jornada, SOMALI YACTH CLUB, ponían a rebosar el escenario de la primera planta. Envueltos en humo y con unas luces tenues los ucranianos golpeaban con sus riffs pesados, mostrando su lado más contundente. Sus reverberaciones psicodélicas eran el perfecto broche final a una jornada intensa que concluía con el personal en la terraza departiendo y comentando como había transcurrido el día.
Al filo de las 2 de noche concluía una intensa jornada que se había iniciado casi ocho horas antes y que nos había proporcionado gratificantes sensaciones. Buena musica, buenas bandas, buen ambiente y buena gente.
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