Cinco años han pasado desde el trío de la Isla de Guernsey me sorprendiera con su debut y tres desde su último álbum. Demasiado tiempo de espera que finalmente ha merecido la pena. «ATARAXY» su nuevo álbum ya está aquí, y no podía pasar sin sumergirme en sus surcos con la esperanza de descubrir algo grande, y…. las expectativas previas no me han defraudado en absoluto. BRUNT siguen fieles al estilo que me atrapó, pero en esta ocasión se muestran todavía más atmosféricos, profundos y misteriosos en sus cuatro temas. Una música que se apodera de los sentidos absorbiendo al oyente a unos surcos impregnados de psicotrópicos y que generan un placentero estado mental. Hipnóticos, meditativos, hechizantes, son muchos los adjetivos que podrían describir un álbum que acaba por convertirse en una gratificante experiencia sensorial. Uno de esos álbumes que con cada escucha te descubre nuevos matices que lo hacen mucho más rico. «ATARAXY», desarrollándose entre las sombras consigue convertirse en una de las grandes sorpresas instrumentales del momento. Desgraciadamente la banda no tiene el reconocimiento que su calidad merece, pero este nuevo álbum es una oportunidad para todos aquellos que todavía no han descubierto a uno de los tríos más sólidas y creativos dentro del stoner instrumental y la psicodelia pesada. Relájate y déjate llevar por nuevas sensaciones……
Susurrantes y bajo una profunda linea de bajo ya mostrada en sus anteriores trabajos «The grauballe man» con los sutiles acordes de guitarra recorren apacibles entornos por la senda más pacífica del heavy-psych instrumental. Escenarios apacibles creados con calma y un hechizante hipnotismo que nos sumergen en el particular mundo de BRUNT. siempre lisérgicos y oscilantes se elevan desde la calma con sus potentes riffs stoner. Todo un paseo por insondables espacios que consigue llevar nuestra mente a estados de relajación con los psicotrópicos solos de la guitarra de Ave con sus pasajes floydianos entre los poderosos ritmos de la batería de Christian Mariess. Una jam hecha desde el disfrute en la que los espacios drone van construyendo el tema con calma. Ondulaciones que nos mecen suavemente acariciando nuestros sentidos creando un reconfortante estado de bienestar. La fina linea entre la psicodelia pesada y el stoner instrumental se recorre con monolíticos riffs que emergen para mostrarnos ensoñadores espacios sonoros. Siempre bajo una sólida base rítmica sustentada esa impactante línea de bajo de Elliot Mariess se esconde la magia de una música terapéutica y fornida a su vez.
Inclinándose hacia postulados mas espaciales, en «Light of the mire» consiguen crean otro poderoso tema que bebe del manantial Colour Haze. Gruesos ritmos y las guitarras de Ave Thompson mostrándose rebosantes de magia, van tejiendo un tormentosos tema. Los cánones de la psicodelia pesada del siglo XXI se reflejan aquí serpenteando por floridos prados antes de internarse en espacios mas abruptos. Un épica intrínseca hace que el tema se muestra poderoso y monumental. Un constante tira y afloja que acaba sucumbiendo a los dictados de bandas como Rotor o Colour Haze. Toda una maravilla que conjuga con acierto fuerza, pesadez y belleza.
El tema que da nombre al álbum se separa de los otros tres cortes. «Atarasy», con solo cuatro minutos en contraposición a los desarrollos. Una riqueza que se conjuga bajo calmados ritmos que se adornan con pasajes de flautas y efectos envolventes. Una percusión hipnótica y atrayente que supone la perfecta banda sonora para la introspección y relajación. un corte terapéutico en el que la banda prescinde de los riffs para adentrarse en calmados espacios a modo de interludio entre la tormenta. El tema se presenta como si estuviéramos inmersos en un transito hacia un estado en el que el alma ha alcanzado un clímax reconfortante.
«ATARAXY» cierra con «Black smoke». Otro enigmático tema en el que los misteriosos espacios son descritos desde la calma. Efectos envolventes construyen un enigmático tema con cuidadas armonías que evolucionan agrandándose. Gruesos y difusos riffs aparecen en esas estructuras instrumentales heavy-psych en las que tan bien se mueven los chicos de la Isla de Guernsey. Rozando por momentos la frontera del post-rock, los acordes se repiten bajo un aura de misterio que no abandona el tema. Ritmos pesados, y buenas guitarras se tejen con maestría en esa vocación de jam que permite al trío desarrollar su música sin ataduras para mostrarnos todo su potencial. Aún así nada parece estar dejado al azar, lo que supone un ejercicio de buen trabajo compositivo.
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