El trío suizo DIRTY SOUND MAGNET publica su tercer trabajo «TRANSGENIC», demostrando que la banda sigue evolucionando desde unos inicios en los que el blues estaba mucho presente. Con su segundo álbum incidían en escenarios psicodélicos que culminan en este álbum abriendo más sus horizontes y rescatando sonidos de los últimos 50 años con una mirada particular y personal. El álbum presenta una visión inquietante del presente y del futuro cercano, con el significado de las redes sociales y temas ecológicos cada vez más alarmantes que dan forma a una distopía Orwelliana. Hace tan solo unas semanas el trío estuvo de tour por España culminando en el Festival Tabernas Desert-rock Fest donde comprobamos el gran potencial que poseen, siendo una de las bandas que mas sorprendió al personal por su capacidad para conjugar distintos estilos e influencias con un sonido masivo y monumental en el que a su vez reflejaban la frescura que tiene su música. Con indudables momentos de neo-.psicodelica consiguen no encasillarse y ofrecer temas modernos llenos de atrevimiento. DIRTY SOUND MAGNET no necesitan alargar sus temas para conseguir su objetivo, elaborando canciones cortas y directas a excepción de los casi nueve minutos de «Skull Drawing Rose». Resulta curioso la versatilidad de ses sonidos a pesar de no haberse usado sintetizadores en la ejecución de los temas, obteniendo un resultado brillante.
«Organic sacrifice» surge con desvergüenza con pegadizos ritmos y estribillos en tonos inspirados en la psicodelia de los sesenta, pero con la suficiente capacidad como arrastraste en sus surcos con un hipnotismo innato. Un corte directo y resolutivo con constantes parones que no le hacen perder el ritmo y unos coros melodiosos y dulces sin caer en lo empalagoso.
Los registros vocales marcan un trabajo que pudiera parecer noño pero que son utilizadas con precisión no cayendo en esos estados. Así, «USA, LSD, BNB, HIV» incide en es fórmula con momentos más lisérgicos. Un estado entre la neo-psicodelia, lo kraut e incluso algún momento indie que rescata momentos más pop pero manteniendo una riqueza instrumental superlativa. Modernos sonidos que no reniegan del legado de décadas pasadas. Un reflejo de la sociedad actual es la base sobre la que se construyen el corte. Es probable que si lo analizamos en profundidad, podemos encortar en forma de flashes momentos de distintos momentos de las últimas décadas.
Mas exóticos y con tonos casi indie, «Rigid soul» se sustenta en sonidos más propios de los noventa para evolucionar ampuloso por territorios semi-progresivos. Siempre desde una mirada contemporánea. Dejando de lado el vigor y el dinamismo la calma preside otro tema que usa elementos electrónicos en una efectiva combinación de lo analógico con la tecnología moderna. Tal y como pudimos comprobar hace unas semanas en su directo, la capacidad para crear sonidos de sus tres instrumentos es digna de elogio. Mil matices que hace que cada tema te sorprenda con cada acorde y cada giro. Éste podría ser un nuevo ejemplo, dejando más protagonismo a la base rítmica que al sonido de la guitarra.
«Skull Drawing Rose», el tema más largo del álbum se instala en el rock clásico. Siempre con esos parones y giros y los constantes coros apacibles y melodiosos, la psicodelia, y el fuzz aparecen entre elementos progresivos y sinfónicos. Un relato que se viste de ropajes floydianos con un mayor protagonismo de la guitarra fielmente custodiada por sus escuderos en la base rítmica. Coros poppies entre complejas estructuras instrumentales que giran y giran en una avance que nunca nos deja claro hacia donde van a ir. Momentos vintage en un tema instalado en sonido setenteros en los que la guitarra de Stavros brilla en todo su esplendor. Si escarbamos en su interior podemos intuir momento mas propios de Yes, que contrastan con el sonido moderno de los temas precedentes. El tema quita los posibles complejos que el oyente haya tenido al escuchar los primeros cortes del álbum.
En esta evolución de sonidos, «Social media girl» nos devuelve al sonido de su anterior álbum «WESTERN LIES», con tonos exóticos de psicodelia apacible. Aires orientales que le aportan frescura a otro luminoso tema con letras sobre el demoníaco poder de las redes sociales en el que no faltan buenos solos de guitarra sobre una cadente pero incisiva base rítmica.
Con poco mas de medio minuto «Transgenic» es un interludio sinfónico que nos adentra en otro tema de corte kraut como es «Social media boy». La electrónica aparece nuevamente en una fusión con lo vintage. Una lucha constante entre lo antiguo y lo nuevo. Sus coros pegadizos y alegres hace que el tema sea toda un fiesta en la que no falta a su cita los tonos psych.
El lado más apacible y psicodélico lo encontramos en «Hashtag love». Un oscuro y enigmático caleidoscopio con reminiscencias de la psicodelia más profunda y underground de finales de los sesenta con tenues momentos en los que agudos y penetrantes pasajes de guitarra nos llevan a una magnética dimensión mas allá de la razón.
Una nueva cara de la banda aparece en «The Death of Beauty», en la que los sonidos acústicos se mantienen el el otro lado del espejo. Sinfónicos y casi espaciales pasajes describen un nuevo mundo hasta diluirse.
DIRTY SOUND MAGNET lo componen Stavros Dzodzos (guitarra y voz) Maxime Cosandey (batería y coros) y Marco Mottolini (bajo y coros). «TRANSGENIC» fue grabado en Eko Studio, mezclado por Leopold Schwaller, Stéphane Chapelle y Marco Mottolini , siendo publicado por Hummus Records.