La 26 edición del coqueto festival alemán tenía el aliciente de ver por primera vez en él a una banda española. ATAVISMO, el cuarteto de Algeciras, eran los afortunados de participar en un lugar tan entrañable en el que todo sucede con relax y naturalidad.
El pistoletazo de salida lo daban los belgas BLACK MIRRORS desbordantes de energía ante un público completamente predispuesto a la fiesta. Su cantante Marcela interpelando constante al público subía la temperatura del festival desde su inicio. Mientras, Pierre y Löic no dejaban de moverse por el escenario al ritmo de sus riffs. Una buena forma de iniciar el festival con una enérgica actuación de rock en la que se combinaban vibraciones del pasado con sonidos contemporáneos.
A continuación, nos esperaba uno de los shows del día, e incluso del festival. SACRI MONTI con su nuevo álbum debajo del brazo dejaban boquiabierto a un público sorprendido por la calidad, la fuerza y la sensibilidad de sus temas. El quinteto no necesitaba ninguna puesta en escena y parafernalia adicional, su música era suficiente para que todos quedáramos extasiados. Una de las bandas destacadas de la escena de San Diego que no solo se ciñe a la psicodelia más lisérgica, sino que trata con esmero las melodías y dota a sus temas de un tono progresivo muy de agradecer. La voz de BRENDEN emitía lamentos y melodías seductoras mientras el órgano de EVAN nos envolvía con sus desarrollos progresivos. ANTHONY, siempre solvente con su bajo no permitía que las brillantes guitarras de BRENDEN y DYLAN le ensombrecieran. Sobresalientes, recibiendo el beneplácito de un público extasiado con su actuación.
Mientras BLACK VULPINE repartían stoner al uso en el segundo escenario, DEWOLF se preparaban para ofrecernos lo que mejor saben hacer. El trío descargaba sus vibraciones retro setenteras muy del gusto de un público que se aleja del stoner mas tradicional y que se siente cómodo con otro tipo de apuestas, y los holandeses cumplieron con esa premisa. Siempre divertidos y recordándonos la esencia del rock and roll. Puede que sus shows sean siempre muy similares, pero lo cierto es que el trío se mostraba divertido, contagiando ese ambiente festivo que rezumaba el escenario.
Después de la tristeza que me supuso la cancelación de última hora de SPIDERGAWD, la organización encontró como sustitutos a GREEN ORBIT, lo que fue todo un regalo para mí. Una banda que había despertado mi atención cuando publicaron su álbum hace casi tres años y de la que podía disfrutar su directo. Toda una sorpresa ver a Caro con su didyeridú (instrumento de viento originario de Oceanía) sobre unos temas de apacible psicodelia que llenaron de aires místicos el recinto del festival ante un público que había agotado todas las entradas y que se toma el evento como una romería de la era de Acuario. La banda alemana consiguió transmitir relajantes sensaciones lisérgicas en una actuación notable.
Colorido y buenas vibraciones acordes con una organización que sigue esmerándose porque todos nos sintamos cómodos, preocupándose por cualquier circunstancia que pueda emborronar su festival. La organización había prohibido hacer fuego en la zona de acampada, pero, por el contrario, había instalado una zona segura donde cualquiera podía hacer su barbacoa. Los servicios del festival eran los apropiados como ya nos tienen acostumbrados, con los suficientes puestos de comida y bebida para que todo se desarrolle a la perfección.
Los aires étnicos, esta vez venidos de los nativos norteamericanos proseguían con los polacos RED SCALP. Era otra de las bandas que llamaba mi atención y tenía ganas de ver en vivo. Impolutos en su ejecución de esa psicodelia pesada que tanto gustan. Saxo, teclados y cantos indios sobre pesados riffs que envolvían la noche alemana. La noche había caído y la luminotecnia del escenario lucía de la mejor forma posible. Los polacos se mostraron sobresalientes en una jornada que nos estaba dando muchas alegrías.
EINSEINSEINS, ponían al personal a bailar con sus ritmos krauts en el segundo escenario antes del último show de la noche a cargo de los australianos PSYCHEDELIC PORN CRUMPETS. Tenía mis recelos tras escuchar su último disco que no me había terminado de convencer, pero lo de los prejuicios en la música no es algo bueno, así que solo quedaba esperar a ver su actuación para cambiar mi opinión.
Los australianos tiraron por tierra mis pensamientos previos. Aquello sonaba increíble. No sabias si escuchabas a Yes, a King Lizzard and the Wizzard Lizard, Rush o a Motorpsycho, por citar algunos. Constantes cambios de estilo perfectamente ensamblados que acaban sorprendiéndote entre las caleidoscópicas proyecciones. Una banda llena de vitalidad que en cada tema no dejaba de hacer giros inesperados con una calidad interpretativa digna de destacar. A la postre acabaron siendo la mejor banda de la jornada, y teniendo en cuenta lo que habíamos vivido ya era mucho. Lo cierto es que nos fuimos a descansar con la sensación de que nuevamente había merecido la pena el viaje (algo que tenía claro de antemano, por supuesto).
A las doce de la mañana del sábado ATAVISMO se preparaban para abrir la jornada. Con mucha ilusión por estar allí, tras haber tenido que cancelar la actuación prevista para la edición del año anterior, “Los cuatro gitanos del apocalipsis” estaban preparados y con ganas para darlo todo. No resulta fácil ser la primera banda en tocar, pero eso no fue un hándicap para ellos.
Al filo de la una del mediodía, al comenzar su actuación, menos de la mitad del aforo estaba cubierto, pero solo les bastó tocar “Belleza cuatro”, tema con el que abrieron su show, para que la gente que todavía permanecía en la zona de acampada aledaña reponiéndose de los excesos de la noche anterior, al escucharlos fuera llegando con caras de sorpresa ante lo que estaban escuchando. Un público que mayoritariamente no conocía a la banda española alucinaba con lo que veía sobre el escenario principal del festival.
“La maldición del Zisco” elevaba más aún la temperatura. Los aires andaluces de “La Palmosa” conquistaban a un público que se rendía a sus pies y que poco a poco iba poblando el recinto. “Kraken”, “Pan y dolor” y “Meeh” completaban el set de la banda antes de recibir una mas que merecida ovación por parte del personal.
Esta es una de las características de este festival. Un público dispuesto a recibir propuestas originales que se salen de ciertos estándares y que sabe discernir el buen hacer de las bandas.
En todo festival que se precie tiene que haber una banda que ponga a la gente patas arriba. Esa misión la cumplió a la perfección el trío israelita THE GREAT MACHINE. Una salvaje puesta en escena llena de riffs que hacían que nadie pudiera permanecer quieto.
La locura total con pogos organizados por Aviran, su bajista, episodios de crowd-surfing sobre sus vertiginosos riffs y la propia banda saltando del escenario batería incluida para ejecutar su actuación entre el público, mientras volaban tocando sus instrumentos sobre las cabezas del personal. Salvajes y divertidos, se ganaron el sueldo ante el delirio de los presentes. Te podrán gustar mas o menos, pero su actuación captó la atención de los presentes demostrando que aquello eran una fiesta total. Comunión perfecta entre banda y público retroalimentándose.
Los alemanes NOORVIK ejecutaban una actuación algo fría y lineal. No era fácil cambiar el chip después de la locura previa, y era un buen momento para reponer fuerzas.
Llegaba la hora de una de las bandas que más ganas tenía de ver pero el destino hizo que el comienzo de la actuación de MOUTH coincidiera mientras entrevistaba a Lupus de KADAVAR, por lo que desgraciadamente no vi parte de su show. En los temas que pude presenciar, me encontré con aquello que tanto había estimulado mis sentidos escuchando y reseñando sus últimos álbumes. Hard-progresivo setentero hecho con honestidad y una cálida suprema. Seguramente la banda hubiera merecido ocupar sitio en el escenario principal, pero se desenvolvieron con soltura en el segundo escenario. Un espacio que estaba abarrotado de público disfrutando de una actuación de altísimo nivel. Así lo corroboraba la ovación con la que fueron despedidos.
El combo CARPET tomaba ahora el escenario principal desplegando toda su originalidad psico-kraut progresiva. Una sección vientos y percusión daba brillo a cada tema mientras los teclados y la guitarra nos envolvían en una espiral de ritmos muy atractivos. Una sorprendente y colorista actuación a media tarde ante un auditorio que se iba llenando rápidamente.
La refinada psicodelia oriental de OUZO BAZOOKA envolvía el segundo escenario. Un escenario que era presidido por una planta de marihuana allí dejada por uno de los presentes. Lo cierto es que era el ornamento perfecto para su viaje a las mil y una noches. Uri, ataviado con un bañador de leopardo, descalzo, con el torso al aire y una diadema dorada sobre su frente nos hechizaba mientras la sensual bailarina oriental de la banda se contoneaba sobre el escenario. Frescura exótica que encajaba en la calurosa tarde alemana.
NAXATRAS es una banda que he tenido el placer últimamente repetidamente y ya intuía lo que podían ofrecer. Fortaleciéndose como banda en cada actuación el trío griego desplegaba toda su magia psicodélica a través de pesados pasajes que se tornaban sutiles. Hay poco margen a la sorpresa en sus actuaciones, pero siempre interpretan de una forma milimétrica sus composiciones, y en Krach am Bach lo pusieron de manifiesto. Llevan su guion sí, pero lo hacen a la perfección y su actuación se nos hizo corta concluyendo con un público ávido de seguir disfrutando de su música.
Si antes he comentado que Krach am Bach es el marco perfecto para apuestas particulares que se salen de algunos estereotipos, la presencia de los alemanes EAT GHOST en el segundo escenario era la prueba de ello. Jazz progresivo, psicodelia y sonidos setenteros bien ejecutados.
Ya iban quedando pocas bandas por ver, así que había que disfrutar y los ucranianos SOMALI YATCH CLUB eran los elegidos para hacernos felices. ¡Y vaya si nos lo hicieron! Bajo una luminotecnia lisérgica que iba coloreando sus rostros. Siguiendo al igual que Naxatras un patrón establecido, los ucranianos si se permiten giros en su psicodelia. Pesados riffs cercanos al post-metal, con momentos shoegaze a los que incorporan elementos progresivos hacían que sus temas se convirtieran en auténticos caleidoscopios elevándoles al podio del día como banda destacada.
Después de embestida de sensaciones audiovisuales que acabábamos de recibir, THE GRAND EAST nos insuflaban los aires de fiesta con sus temas de rock-soul ejecutados a la vieja usanza. Una nota vintage que era bien recibida por un personal con muchas ganas de fiesta. La prueba era ver a la gente bailando al son de sus contagiosos ritmos.
El broche de oro a la edición lo ponían los amados KADAVAR que cerraban el festival. Con un repertorio clásico y sus melenas al viento, los riffs de Lupus activaban las articulaciones de los presentes. Tenía la esperanza de escuchar alguno de sus nuevos temas, pero Lupus me había advertido antes de su actuación que no iban tocar ninguno debido a la estrategia de marketing de su discográfica, por lo que nos contentamos con una actuación típica de la banda. Efectivos y poniendo las pilas al personal. Lo cierto es que una vez más mereció la pena desplazarse hasta Alemania para vivir las sensaciones que te aporta el coqueto Krach am Bach, donde uno siempre se siente como en casa. Precios asequibles, magnificas instalaciones y un ambiente que muchos festivales quisieran y sobre todo una gente maravillosa. Son ya tres años los que visito Beelen y es agradable encontrarme con muchos amigos allí que siempre me reciben de la mejor de las maneras posibles, por no hablar de Klaus y Christian y de todo el personal de la organización a los que desde aquí les doy las gracias y a la vez la enhorabuena por lo que hacen. Hasta el próximo año…..