Nacidos algo más de hace diez años de la lava más incandescente del vigoroso volcán de la escena pesada australiana, ARROWHEAD publican vía Ripple Music su tercer álbum «COVEN OF THE SNAKE». Estos chicos se toman las cosas calma, tardamos cinco años en tener su segundo álbum, y ahora la espera ha sido de tres, pero ha merecido la pena. Posiblemente hayan endurecido su sonido, y en éste último álbum se sumergen en vibraciones stoner mas ortodoxas con pesados riffs de las que habían usado anteriormente. Una completa descarga de fuzz que a buen seguro hará las delicias de los puristas del género. «COVEN OF THE SNAKE» es una colección de canciones que no te dan tregua. Rock del desierto que toma prestados elementos hard & heavy ofreciendo siempre un sonido difuso, rudo, sin sutilezas. Estructuras que se repiten con el fin de aturdirnos en su bacanal de fuzz humeante formando nebulosas psicotrópicas que anulan nuestros sentidos y activan nuestro cuerpo. El cuarteto aunque nos golpea duro, no se olvida de incorporar la melodía a sus voces de tonos heavy-rock. Un torbellino envolvente se cierne sobre nuestras cabezas con este nuevo trabajo de los australianos. Cuidando la cadencia rítmica logran temas que nos aplastan como una auténtica apisonadora sin frenos.
Desde el imponente inicio de «Coven of the snake», el tema que da nombre al álbum, la vocación hard-retro sigue presente, pero ya notamos que las revoluciones han subido. Una cadencia rítmica arrolladora nos arrastra a la espiral de fuzz que construyen, algo que es una constante que se repite en el resto de los temas. Un derroche de dinamismo y energía sin marcha atrás.
Recuperando momentos mas propios del heavy-rock de los ochenta, «All seeing eye» avanza con un caminar cansino. Pesado y repetitivo, la banda lo modula con los registros vocales mas propios del proto-metal. Casi cayendo en escenarios doom, el stoner y las melodías su unen a una fiesta en la que de descorchan botellas de fuzz espumoso.
Bajando las revoluciones y la pesadez, «Ceremony of skull» con una cadencia mas pausada, mantiene la vocación stoner fuzz, sin faltar a los pesados riffs, incorporan voces mucho más chillonas, combinándolas entre el humo cannabico que consige cegarnos. Por momentos, recordándome a algún momento Elder, ARROWHEAD construyen un tema que camina por senderos a caballo entre las vibraciones heavy-psych, y el doom más lisérgico y oscuro.
Entre polvorientos caminos desérticos, «Ghost ship» utilizando esas voces heavy-rock, construyen otro tema en el que el desert-rock más rugoso hace acto de presencia. Una firme batería y algún momento psych en el que los efectos aparecen, los riffs pegan profundas caladas de humo adormecedor para conseguir un despliegue brutal de fuzz.
«Root of evil» recupera de alguna manera parte del sonido al que nos habíamos acostumbrados en sus discos anteriores. Utilizando tanto elementos blues, con el hard-rock setentero más siniestro, consiguen un tema que constantemente parece que quiere anunciarnos algo. Creando la sensación de que algo va a pasar, y haciendo que la voz de Brett Pearl brille mucho más, van retrocediendo al hard rock más clásico en su sonido. Una regresión a los ochenta en la que los efectos fuzz no faltan a su cita.
Con estribillos efectivos y herencia Sabbath, «Dopanaught» mantiene el nivel de intensidad sobre repetitivos riffs en tonos más ácidos.
Aunque estamos ante una apueste netamente stoner, se puede apreciar que el cuarteto a mamado del néctar de los sonidos mas pesados de los setenta. Así «March of the Reptiles» se nos presenta con aspecto heavy-rock bajo un a tormenta de arena del desierto.
Sin embargo, ARROWHEAD nos pone la guinda al final con «Golden thunderhaw». Mas pausa y lisergia en detrimento de la pesadez consiguen el tema más psicodelico de todo el álbum. Pausado pero firme y con una cadencia rítmica contenida usan voces ecualizadas para conseguir ese aspecto borroso entre un nuevo derroche de stoner fuzz y heavy-rock.