Es un placer recibir una nueva entrega del quinteto alemán. tras haberles descubierto con su anterior álbum «CELEBRATE THE DEPRESSION», el cual me sorprendió gratamente por su facilidad para ejecutar sonidos progresivos llenos de frescura, un año y medio después vuelven a crean una gran obra. Con un sonido que se sustenta en el poderoso órgano retro de Johann Fritsche, sobre el que se desarrollan todos los temas. Ese sonido tan peculiar en décadas pasadas, y que WELCOME INSIDE THE BRAIN lo devuelve a la actualidad con unas composiciones que se basan en el blues y el jazz sin renunciar al rock clásico. fuertemente influenciados por Frank Zappa, los de Leipizg vuelven a dar en el clavo con este nuevo trabajo. Desconocidos para muchos, es una de esas bandas que cuando la escuchas se incorporan a tu colección de imprescindibles. Si la base de sus temas parte del sonido del órgano, unas veces en modo pastoral, otras en pura línea sinfónica, y otras en tonos retros tan de actualidad en los tiempos actuales, no solo de órgano vive la banda. Las guitarras de Georg Spieß y la cautivadora voz de Frank Mühlenberg hace que estemos ante un álbum versátil e intenso. Un disco de esos que nos deparan grandes momentos a los melómanos. Hablar de influencias en su sonido es hablar de Frank Zappa y las formación de rock progresivo setenteras, no en vano, la banda compartió escenario con Banned From Utopia, la banda que original de Zappa. Definitivamente en «QUEEN OF THE DAY FLIES», parecen centran más sonido en vibraciones netamente progresivas. el disco está disponible vía Tonzonen Records, un sello que ya nos tiene acostumbrados a este tipo de apuestas que se salen de los cánones convencionales y que aportan una frescura y creatividad a la escena alternativa, lo que es todo un acierto.
«Baptist preacher», es un ejercicio de rock progresivo setentero . Sinfonismo que se conjuga con unas eficaces voces que nos trasladan momentos Jethro Tull, Camel, o Caravan. Caminando por el lado hard, pero sin despreciar todos los sonidos experimentales construyen un tema lleno de frescura. La vocación por elementos jazz aparece en constantes cambios y giros que no se apartan de una propuesta particular de la banda. Aquí no hay sonidos pesados ni riffs hirientes, simplemente canciones bien hechas.
Sobre tonos de guitarras sureñas se va construyendo «Nacked Philosopher». En una linea retro-rock sus riffs recuerdan grandes momentos hard-rock. Si a eso unimos ciertos tonos jazz psicodélicos con reminiscencias doorsianas. Una composición que se asemeja a la propuesta de Ray Manzarek, pero que se combina con elementos blues y vientos sureños. todo un cuadro multicolor en el que las guitarras le quitan por momentos protagonismo a los teclados. Finalmente el corte acaba sucumbiendo a los dictado sdel rock progresivo a pesar de las muchas influencias y estilos que se pueden encontrar en sus surcos. Seguramente estamos ante lo momentos más rockeros del álbum a pesar de que su parte final escarba en espacios más propios de Yes con los desarrollos de los teclados.
Las dulces melodías de «Broken record», suponen una mirada melancólica en espacios situados entre el soft-rock y el sintonismo setentero. Un tema de una belleza serena sobre medios tiempos. Aquí cabría destacar, algo que ya no nos puede sorprender, la capacidad para combinar las voces en un entramado sinfónico que siempre tiene su luminosidad. Otra atractivo corte que no hace sino darle más brillo a un album bien construido.
«Queen of the day flies» cabalga entre el blues y el hard progresivo sobre unos parámetros que nos recuerdan a Captain Beefheart o el mismísimo Arthur Brown. Oscuro y monumental, el tema experimenta con episodios de psicodelia traídos por la guitarra. Retro-rock progresivo sería una definición apropiada. muy hábiles en esa conjunción planetaria de solos ácidos y órgano puramente retro.
Evidentemente si al principio hablaba de una herencia Zappa, solo hay que escuchar «White room» para comprobar que mis palabras no estaban vacías. la cadencia progessiva junto a las voces teatrales, crean un corte oscuro en el que la banda coquetea con el jazz-rock. Elegancia compositiva que no prescinde de grandes momentos guitarrísticos ni de agradables pasajes melancólicos de los que surgen bucólicas voces en tonos florales. un tema que puede parecer distinto, y alejado del estilo escogido por la banda, pero en el que volvemos a encontrar grandes momentos sinfónicos.
Ese sintonismo se siente también en «Call me a liar», en el que el jazz vuelve a hacer acto de presencia de una forma sutil, especialmente a través de la guitarra. susurrantes voces completan un cuadro sonoro muy bien construido.
«Hometown» puede que sea el corte más experimental. Con sus extraños y misteriosos pasajes en los que se sumergen en espacios avant-garde. aquí parece que la banda se deja llevar por sus instintos más experimentales sin ningún rubor. un tema de los que no entra fácilmente en el oído del oyente, pero que sirve como ejercicio recuperar el legado más difícil de Zappa.
https://www.facebook.com/WelcomeInsideTheBrain/
https://www.facebook.com/Tonzonen/