Crónica: SONICBLAST FEST 2025

Después del paréntesis del año pasado, regresaba de nuevo al festival que mas ediciones he visitado. Siempre querido para mi, SONICBLAST FEST continúa siendo un festival especial, pero su constante crecimiento me suscitaba algunas dudas teniendo en cuenta que físicamente no estaba al 100 %. Desde hacía años no me he alojado en un apartamento que me permitiera prescindir del coche para la vuelta en la noche, y en esta ocasión no necesitaba vehículo ya que, a tan solo veinte minutos de paseo desde la entrada del festival, podría tener el merecido descanso nocturno necesario para resistir a las olas de riffs del festival.  Llegando a Villa Ancora el día del warm-up, aproveché la calma previa a la tormenta para chequear las instalaciones del festival. Nada había cambiado, la zona de acampada en el bosque aledaño mantenía sus escuetas duchas junto a unos lavaderos mas algún urinario móvil. En la plaza de la entrada al festival destacaba la enorme pancarta con el nombre de éste sobre una imagen de los cuatro miembros de Black Sabbath, un cuadro icónico ante el que nadie se resistía a hacerse una foto de recuerdo. La pérdida de Ozzy Osbourne hacía escasas fechas, era un acontecimiento que no podía pasarse por alto en un festival que usa tokens con la cara de Tommi Iommi y que venera a la banda de Birmingham. El recinto mantenía los dos escenarios principales juntos, así como la carpa que sirve para albergar a las bandas del final de la noche y del comienzo de cada jornada. Paseando por la playa, por los alrededores del festival y sobre todo por el paseo marítimo, era palpable la presencia de más público foráneo del que visitábamos el festival en sus primeras ediciones. Si en sus inicios el festival recibía mayoritariamente a público de Portugal y de España, ahora Sonicblast se ha convertido en un evento de referencia en el panorama europeo y recibe a visitantes de numerosas nacionalidades como evidente reflejo de su fama y crecimiento. Con el cartel de sold-out colgado y con más de 5.000 visitantes, Sonicblast se postula como uno de los festivales punteros del verano. Esa evolución se refleja también en unas apuestas novedosas en su line-up, con algunas bandas de géneros que hasta ahora habían pasado desapercibidos en ediciones anteriores. Una amplitud de horizontes que no es completamente bien vista por aquellos que vieron nacer al festival y se bañaron en la mítica piscina de la localidad de Moledo.  Esto se traduce en que la movilidad en el recinto durante los conciertos se torna más difícil y especialmente para alguien como yo, que tiene que estar completamente pendiente de los horarios para poder acceder al photo-pit. Teniendo en cuenta que llegaba a Sonicblast tras haber visitado cuatro festivales en el último mes. Esta aglomeración de gente me añadía un mayor estrés a la hora de cubrir todos los conciertos y lo que acontecía en el festival como a diferencia de lo vivido en las semanas anteriores. El agobio por la falta de movilidad y lugares para descansar hizo que mi disfrute en esta edición se viera algo empañado. Por otro lado con un line-up en el que a la mayor parte de las bandas las había visto meses o semanas antes y alguna de ellas en múltiples ocasiones, tenía una serie de bandas marcas en mi agenda, y tristemente por la intempestiva hora de sus actuaciones, me fue imposible asistir a sus shows, algo que me frustra, pero que he de asumir. Esta sensación personal era compartida por numerosos amigos y conocidos que se veían en las mismas circunstancias, con horarios demasiado tardíos. Un festival debe de ser un momento de fiesta y diversión, y ésta no es completa cuando no puedes cumplir tus objetivos y ver a tus bandas favoritas en unas condiciones cuando menos aceptables. Así las cosas, la edición 2025 del festival portugués me planteó serias dudas emocionales sobre el esfuerzo para poder hacer un trabajo digno recogiendo lo que allí acontezca y que esa sea una aventura positiva y gratificante para mí. Me queda una reflexión sobre ello que llegará en su momento. En el interior del recinto la zona de comidas contaba con algún elemento más que en las pasadas ediciones, pero seguramente los asistentes agradecerían una mayor oferta que evite largas colas para poder tener la comida. Si noté una mayor agilidad en las barras de bebida, pero siempre hay momentos críticos en los que todos aprovechamos para el avituallamiento y ahí es donde llegan las demoras. Si en el resto de festivales tengo la facilidad para moverme por todo el recinto, la expectación que despierta el festival hace que un numeroso grupo de medios esté acreditado, lo que nos lleva a que la zona de Backstage sea un espacio prohibido, y que solo sea posible hacer fotos las tres primeras canciones. Todo un calvario para mi hacerme hueco entre la multitud para salir de allí, ya que la aglomeración de gente hace que resulte difícil la tarea de salir varias decenas de fotógrafos con sus respectivas bolsas y equipos interrumpiendo la diversión de la gente que está viviendo a sus bandas favoritas. Esta y alguna otra circunstancia impidió que tomara videos de ninguna banda y solo me limitara a tomar pequeños clips para la edición del aftermovie del festival.  Lo siento, pero me fue imposible gestionar esa circunstancia para ofrecer a mis lectores y seguidores unos videos con un mínimo de calidad. La intensidad de Sonicblast es superior a la de la gran mayoría de festivales de la escena europea, tanto por la fogosidad y juventud de su público, como por su extensa oferta musical. Teniendo en cuenta que mis médicos me habían prescrito que no hiciera esfuerzos físicos, esto chocaba con mis ganas de vivir intensamente el festival para no perderme detalle y poder transmitir lo acontecido a todos vosotros, sobre todo con un elenco de bandas que exploraban territorios no habituales en el festival y que requerían cuando menos, mi atención. Pero Sonicblast también posee otras cosas que lo hacen especial. Poder relajarte en las mañanas en la playa aledaña (si la resaca te lo permite), disfrutar de la amplia y económica gastronomía local, y sobre todo, poder disfrutar con multitud de gente que conoces y que te es afín; y después de una década viniendo al festival, eso no tiene precio. La gran cantidad de gente que me saluda, unos conocidos, otros no, pero siempre con la mejor actitud hacia mi. Gracias a todos, y siento no haber podido compartir mas momentos con algunos de vosotros.

MIÉRCOLES

Así las cosas, tras una buena cena llegaba al recinto con la actuación de OVERCROOKS ya comenzada. La banda no me motivaba demasiado así que tras mi ausencia en el festival el pasado año, dediqué el tiempo a saludar a los múltiples conocidos y  amigos con los que me encontré en el camino.

Mis queridos DAILY THOMPSON por fin podían vivir la experiencia de tocar en Portugal. Tuve un rencuentro con ellos una vez mas. Había compartido el Freak valley y una semana después tocaron en Blackdoor Music Fest y ahora de nuevo nuestros caminos se cruzaban. Con la carpa abarrotada de gente haciendo difícil la movilidad por el recinto, el trio de Dortmunt mostraba su habitual energía. Su bajista Mephi, a pesar del cansancio, mantenía esa sonrisa en su cara celebrando cada headbanging;, ese buen rollo se traducía en el jubilo de los presentes. Un buen comienzo para medir la temperatura de un público con muchas ganas de pasárselo bien.

Los californianos CASTLE RAT ofrecían su primera actuación en el festival , ya que todavía volverían al segundo escenario en la jornada posterior. Su colorista y magnífica puesta en escena con un estandarte presidiendo el escenario y la banda perfectamente maquillada, presagiaban un show tan épico como su música. Su sonido era como me había transmitido su ultimo disco; si bien musicalmente no aportan grandes novedades, estos chicos saben ejecutar a la perfección ese sonido de heavy-rock vintage con tintes teatrales. Hicieron lo que todos esperábamos de ellos calentando la noche portuguesa.

Había llegado mi hora y no me quedé a la pinchada de Mario y Carlos (heavy brothers dj’s y me encaminé por las pasarelas a mi apartamento para un merecido descanso.  

JUEVES

El día amanecía con la niebla cubriendo la playa y el paseo marítimo, mientras solo los valientes surfistas se metían en el agua. (¡que valor y que pasión!). La temperatura se mostraba mas baja que el día anterior por lo que un pantalón largo sería mi opción durante el día.

Prescindiendo de las actuaciones de CAPELLA MORTUARIA y BOW, HOOVIERIII fueron mi primera banda de la jornada. Una actuación al comienzo de la tarde en el escenario principal que solventaron con buenas dosis de psicodelia ácida y alternancia de voces cumpliendo mis expectativas. Seguramente en otro horario hubiera podido disfrutar con mayor intensidad de ellos.

SPOON BENDERS eran unos desconocidos para mi, pero desde sus primeros riffs me parecieron una banda interesante. Mi sorpresa llegó cuando al enfocar mi objetivo a su batería, este no era otro de Mike Amster, con el que había estado días antes en Croacia acompañando a Brant Bjork. El batería de Nebula y Mondo Generator (entre otros), ya me brindaba un punto de garantía que se vio refrendado con una actuación solvente en la que la psicodelia se vestía de garage rock entre ecos alternativos. La primera sorpresa del fin de semana.

El escenario principal recibía a los noruegos SLOMOSA, una banda con la que todos los años coincido varias veces y que sé que siempre dan su mejor versión (parece que no tienen otra). Poniendo patas arriba el recinto, el cuarteto descargaba su ‘tundra rock’ con la solvencia de una banda veterana. A pesar de su juventud, estos chicos no dejan de tocar, y eso se nota en cada una de sus ardientes actuaciones. Sus melodías y su Stoner rock de manual, hacen que cada concierto suyo esa una fiesta por todo lo alto, y una vez más en Portugal dieron la cara sin guardarse nada. Sobresalientes en su papel, desataron la locura entre sus mas fieles seguidores y también entre la mayoría de una audiencia que gozaba al ritmos de sus riffs y sus pegadizas y bailongas canciones.

No sabía quienes eran DITZ, pero cuando vi a su cantante salir al escenario con un vestido de flores intuí que íbamos a tener momentos intensos y divertidos. Solo tardó unos segundos en desatar la locura saltando en la primera canción entre el público cantando mientras surfeaba sobre las cabezas de una audiencia excitado.  Punk rock británico sin concesiones, pero que no me motiva demasiado, por lo que tras las fotos me alejé del escenario. Ver a su cantante encaramado a la estructura del escenario y los constantes pogos no eran plato de mi gusto y a continuación era el turno de EARTHLESS, por lo que tenía que ponerme en situación.

Durante la prueba de sonido puede saludar a Isaiah, el que como siempre se mostró cariñoso y afectuoso conmigo preguntándome antes que nada por mi estado de salud. Seguramente todos conocerán su talante como músico, pero su calidad como persona es incluso mayor que su talento. El trio de San Diego interpretaba su álbum ‘Sonic Prayer’ en conmemoración del 20 aniversario de su publicación, y lo hacía dejando patente una vez más que son una banda que juega en otra liga. Inmensos y emotivos, con su potente base rítmica, Isaiah se dejaba el alma en cada acorde, en cada nota, en cada solo. Solo tienes que ver la cara de un músico cuando entra en trance y lo único importante es plasmar en cada una de sus canciones lo más profundo de su creatividad. Su hora de actuación acabó siendo épica una vez más. ¡¡¡Larga vida a Earthless!! 

La noche caía y KING WOMAN tomaban el segundo escenario. Solo pude ver a la banda de lejos ya que me despisté charlando con amigos y ya no pude acceder al foso para hacerles fotos, por lo que me tomé su actuación como un pequeño break, aún así, desde el escenario me llegaban algunas señales que podían hacerme pensar que hubiera merecido la pena prestarles más atención, pero ciertamente es imposible ver todos los conciertos .

La noche había caído y el escenario principal se preparaba para poner la sintonía a la oscuridad. AMENRA no son una banda de mi estilo preferido, pero en el par de ocasiones que los había visto previamente, me habían sorprendido por su capacidad para crear esas atmósferas desgarradoras y depresivas con su cantante entre tinieblas dando la espalda al público. En esta ocasión venían acompañados por Amy, de YEAR OF COBRA, que no desentonó en el esquema de la banda. Los belgas son una de las bandas destacadas de la escena del post-metal y lo dejaron patente una vez mas. Puedo decir que hubo grandes momentos de disfrute con sus deprimentes canciones.

FU MANCHU eran uno de los platos fuertes de la jornada, y eso se notaba con un poder magnético con el que atrajeron a todo el público frente al escenario. Si bien AMENRA son ídolos para muchos, otra parte de la audiencia no gusta de su oscuridad y de su desgarradora melancolía, pero FU MANCHÚ si jugaban en su terreno y eso se notaba en la excitación de un recinto abarrotado en esos momentos. Seguramente los americanos fueron una de las bandas que mas público concentraron junto a ellos durante su actuación, saliendo ovacionados por una audiencia que había gozado con sus potentes riffs. La banda se mostraba en plena forma ofreciendo un concierto monumental que fue recibido con júbilo por un público exultante. Otros de los triunfadores de la jornada.

Mi cuerpo estaba pasándome factura por lo que decidí que el día había concluido para mi con la enorme tristeza de no poder ver a HEAVY TRIP, la que seguramente era mi banda mas deseada de todo el fin de semana, pero la intempestiva hora de su actuación hacia necesario que prescindiera de de sus concierto reservando mis fuerzas para lo que estaba por llegar en las dos jornadas siguiente.  Con sensaciones encontradas de camino a mi apartamento reflexionaba sobre lo estresante que había sido el día para mi, y necesariamente tenía que plantearme las cosas con más calma para que mi cuerpo aguatara el resto del fin de semana. Un festival es una carrera de larga distancia y no puedes gastar tus fuerzas a las primeras de cambio ya que sino, será imposible llegar a la meta.

VIERNES

A los japoneses TOYO les había visto el fin de semana anterior en KRACH AM BACH y no quería perdérmelos, por lo que fui al recinto a primera ahora donde me encontré en el mismo a más gente de la esperada. Desconocidos para la mayoría, los japoneses ofrecían sus melodías almibaradas en esa psicodelia exótica tan complaciente, pero también dejaban claro que se podía poner serios y golpear con sorprendentes riffs con los que acabaron por convencer a los presentes. Su actuación tuvo una mejor actitud y contundencia que la mostrada siete días antes en tierras alemanas.

NAGASAKI SUNRISE salían al escenario con el descaro del metal más rancio y frenético. En una actuación de alto voltaje con demasiadas poses, su speed y thrash metal, hacía las delicias de unos pocos pero al igual que para la mayoría, no eran para mí. Que pena que no hubieran intercambiado su horario con HEAVY TRIP.

Los portugueses SUNFLOWERS desplegaban su frescura garage rock psicodélico poniendo a la concurrencia a bailar. Los recordaba como una banda solvente, pero aquí me sorprendieron con una fuerza inusitada bien recibida por los que no hacían pereza por iniciar la jornada. No se si son una banda para abrir en el escenario principal, pero probablemente eso despertó mas interés entre el público.

El recinto se iba poblando de gente y sobre todo de público ataviado con gorros rojos. Inequívoca señal que los destroyers belgas GNOME iban a comenzar su actuación. En un par de ocasiones había visto su potente directo, y tenía claro que con el público de Sonicblast iban a triunfar, como así fue. La locura se desataba entre pogos y crowdsurfing de un público gozoso con las pegadizas canciones del trio. Me emplacé para verme con Egon, su batería, al cual conozco de sus tiempos en Temple Fang, pero finalmente no pudimos encontrarnos, aunque por sorpresa me lo encontré como asistente a Down The Hill, donde nos resarcimos y pudimos charlar amistosamente. GNOME siguen su carrera ascendente teniendo cada día más protagonismo en la escena como una banda imprescindible para subir la temperatura de la fiesta.

Otra de las apuestas novedosas del festival era EMMA RUTH RUNDLE. La cantautora de dark-folk ofrecía un show intimista que por momentos desconcertaba al personal. Su innegable calidad conseguía que viera algo a lo que no estoy acostumbrado en Sonicblast, y es al público en absoluto silencio escuchando el concierto y mandando callar a los que charlaban. Un hecho insólito que da fe del carisma y talento de una gran artista, que en un territorio que no era el suyo salió airosa con una actuación emotiva en la que no dejaba ver su rostro inclinado hacia las cuerdas de su guitarra. Ese solitario instrumento y su cautivadora voz pusieron la pausa en un festival ruidoso por naturaleza. Nunca vi en diez años visitando el festival una actuación en la que el público guardara tanto respeto a un artista manteniendo su boca en completo silencio. ¡Bravo!, es una señal de que su show caló, al menos en una gran parte del auditorio.

CHALK aparecían en el cartel como ese elemento extraño que te hace pensar, ¿Qué hace esta banda aquí? Una de las apuestas del nuevo rumbo que parece tomar el festival. New wave y electrónica en un lugar y en un horario que no deberían ser el suyo. No entiendo este tipo de banda tocando en un festival como Sonicblast, pero….

MY SLEEPING KARMA ponían la magia y la emotividad en otra actuación sobresaliente. Sus meditativos desarrollos a caballo entre el post-rock y la psicodelia meditativa siempre han sido bien recibidos en las playas del norte de Portugal y una vez mas se repitió la liturgia. Con unas luces más sugerentes que las bandas previas, el inicial abrazo de los miembros de la banda antes de su actuación era el protocolario trance de bienvenida a un nuevo sueño devocional. Era la tercera vez que veía a la banda este año, y como siempre me ha sucedido, fue otro show apoteósico. He de decir, y se lo comentaba a Seppi tras su actuación, que la comunión y magia que tienen con el público en su Alemania natal es algo diferente a cuando el público es otro. Los alemanes presentes saben de lo que hablo, porque MY SLEEPING KARMA seguramente es la banda más querida en su país y cada una de sus actuaciones es una ceremonia mística en la que los riffs rugosos también tienen presencia, y eso los hace especiales. No obstante Matte me transmitía la alegría que siempre le produce tocar en Sonicblast, un lugar que han visitado en numerosas ocasiones, y en el que siempre son fantásticamente recibidos por un público que los adora. Eso se nota en su brillante y emotiva actuación.

Las leyendas suecas WITCHCRAFT se estrenaban en el festival con mucha expectación de un público que por primera vez los podía ver allí. Volvía a ser una incógnita y no tenía muchas esperanzas depositadas en su actuación. Mis dos conciertos anteriores tras su regreso habían sido decepcionantes. No sabía que músicos lo acompañarían, pero cuando ví a Jussi a la batería y a su novia al bajo, me quedé tranquilo, porque son dos músicos solventes que ayudarían a Magnus con sus carencias. Su salida al escenario con una sonrisa me hizo pensar que esta vez sería diferente. Él es un tipo particular, con sus rarezas, y  bueno, aparte de abroncar al público por no saberse la letra de una de sus canciones, mantuvo el tipo con una actuación en la que hubo algunas carencias en la voz, si, pero que fue mejor que mis veces previas. El Proto-doom de la vieja escuela, como lo habíamos conocido en sus comienzos inundó de oscuridad y sonidos épicos el recinto de Sonicblast. Mejor de lo que podría prever especialemnte por el talante de su líder sobre el escenario, con mayor entusiasmo y acitutud que en sus anteriores conciertos.

Otra de las bandas que desentonaban en la presente edición del festival eran DAME AREA y su electrónica. Otros de los que prescindí mientras charlaba con los chicos de MY SLEEPING KARMA con los que me une una amistad desde hace años.

Había prometido a mi amigo Caspar, el guitarra de DAEVAR que, a pesar de la tardía hora de su actuación, trataría de estar presente, y si, lo conseguí. Hace años que lo conozco y sabía de la ilusión que le hacía tocar en Sonicblast, y por fin ese momento había llegado, y no quería defraudarle con mi ausencia. DAEVAR, llegaban relajados al festival tras haber tenido unos días de descanso por tierras portuguesas, y venían dispuestos a darlo todo. El trio de Colonia es otra de esas bandas que poco a poco van adquiriendo un mayor protagonismo en la escena doom, y en su actuación con una carpa repleta de gente, corroboraron el porqué. Impulsados por esta impactante combinación de guitarra y bajo y por la ensoñadora voz de Pardis, el trio de Colonia nos atrapó entre sus nebulosos y lentos riffs en una liturgia ocultista llena de alicientes. Contundencia, y ese carácter grunge que ya mostraron desde sus inicios invocaron a las tinieblas en la madrugada portuguesa.

SÁBADO

En esta bacanal de horarios y bandas los italianos MESSA abrían la última jornada a las 15,30 bajo un sol importante. Seguramente no era la mejor hora para su doom melódico, pero la banda tuvo gran poder de atracción consiguiendo que un numeroso público desafiara el calor para ver su actuación acercándose al escenario principal. La banda dejó claro que su evolución sigue siendo positiva con un show impecable en el que dejaron muestras de toda calidad que atesoran, dando el pistoletazo de salida a la jornada por todo lo alto. La sensibilidad de su tímida cantante y la guitarra de Albert hacían que los italianos se confirmaran como una banda a respetar gracias a su compacto y a la vez, melódico sonido. Posiblemente alguien echará en falta un poco mas de actitud ya que con algo mas de performance la banda podría romper esquemas, pero ellos son así, interpretan sus canciones sin mucha interacción con el público, pero al menos lo hacen genial.

Sin demoras, THE ATOMIC BITCHWAX, otros de los habituales del festival, hacían lo que mejor saben hacer. Poniendo el recinto patas arriba los californianos eran un perfecto termómetro para medir la temperatura y la intensidad del festival. Siempre bien recibidos, estos chicos nunca defraudan con sus riffs ardientes y su energía desbordante acompañados por un público que coreaba sus canciones entre bailes y headbanging.

Eran la las cinco y media y KING BUFFALO tomaban el relevo en el escenario principal. En su anterior visita ya tocaron en medio de la tarde pero de nuevo el descontrol de horarios le situaba en un lugar que seguramente no merecen. Sean, Scott y Dan no tienen ya nada que demostrar a estas alturas, y así lo dejaron patente en una nueva actuación en la que sus hechizantes melodías shoegaze y esos ritmos hipnóticos se engrosaban con poderosos riffs en un concierto en el que se mostraron quizás algo más pesados de lo habitual, algo que fue bien recibido por la audiencia. Sus trances sonoros se alternaban con canciones en la que el Stoner conquistaba a un público entregado en esta particular odisea cósmica, soberbios como siempre. Sean abría la actuación requiriendo la presencia del personal de seguridad ya que una chica en el público había tenido una lipotimia, ante lo cual el personal de inmediato procedió a su evacuación para que se recuperara. Esto forma parte de Sonicblast, un festival que se vive con intensidad y que en momentos de calor, el agobio de la multitud nos lleva a presenciar estos episodios como éste con una mayor frecuencia que en otros festivales.

Los canadienses DEAD GHOSTS eran otra banda desconocida para mi pero la frescura de su garage rock y su saxofonista pusieron a bailar al personal con canciones sencillas y divertidas. Fueron un perfecto break para la espera de la contundencia doom que llegaba a continuación de manos de MONOLORD.

Desde hace un tiempo, el trio sueco había incorporado para sus conciertos a su formación como segunda guitarra y sintetizadores al reputado Per Wiberg (Katchamka, Spiritual Beggars, Opeth…), y como había podido comprobar unas semanas antes en BEARSTONE su incorporación le daba un plus a la banda. Pocas dudas hay de la solvencia y contundencia de MONOLORD en directo, una banda con la que no termino de caer rendido a su propuesta, esos riffs doom interminables que no parecen de arrancar, afortunadamente se compensan con esos momentos melódicos en los que la voz de Thomas baja un poco las revoluciones de la banda poniendo la magia. Para sus múltiples adeptos. Esto no es un problema, y más al descomunal volumen al que tocó la banda. Como le comentaba unos días después a Mika en Hoflarm donde los vi de nuevo, y donde pude charlar distendidamente con él, la presencia de Per hace que la banda pueda ofrecer otra visión diferente para los que no buscamos solamente riffs lentos y plomizos. Espero que en su próximo disco esto se pueda traducir en canciones más versátiles porque lo cierto es que de calidad y fuerza andan sobrados. Uno de los conciertos más aclamados por la mayoría de un publico que ama a la banda.

La embestida de MONOLORD era seguida en el segundo escenario por el duo PATRIARCHY, una banda de Los Ángeles que llegaba con una cierta reputación entre parte del público pero que me resultó absolutamente prescindible. Mucha energía, mucho sampler, momentos industriales y un sonido que hizo que me alejara del escenario para compartir las últimas charlas con numerosos amigos y conocidos.

Musicalmente el festival había concluido para mi, pero no obstante me quedé a presenciar la actuación de otras dos bandas que no me resultaban nada atractivas, pero que ocupaban un lugar de honor en el cartel del festival, engrosando su ecléctico line-up.

La reputación de CIRCLE JERKS con Joey Castillo (QOTSA, Danzing o Eagles of the Death Metal) y su cantante  Keith Morris (Black Flag) hacían que el público esperara ansioso su actuación. El hardcore no un estilo que me guste y las continuas charlas de Keith cortando las canciones, rompían ese ritmo frenético y agresivo que se le espera a la banda. Aún así, muchos gozaron su actuación. A veces los nombres pesan más que la propuesta musical, que con todos mis respetos, en esta ocasión no estuvo al nivel del festival, aunque si de una parte de la audiencia que daba rienda suelta a su violencia con constantes pits, dando un enorme trabajo al personal de seguridad que no daba abasto recibiendo a gente que llegaba surfeando a la valla junto a escenario.

Otra banda con gran reputación en estos momentos, pero irrelevante para mi, eran los bielorrusos MOLCHAT DOMA. Siempre trato de prestar atención a este tipo de bandas que viene precedidas por una gran hipe entre la audiencia y que no están en mi radar musical. El rojo presidia una actuación oscura de post-punk con elementos de rock gótico y exceso de sintetizadores, el único acompañamiento a la calidad de la sugerente voz de su cantante. Si, vale, no suenan mal, pero creo que no son una banda para tocar en un festival como Sonicblast. No siendo un plato que yo pondría en mi mesa, el trio me pareció solvente pero para tocar en otro tipo de eventos, y no en uno en el que el rock pesado, el Stoner, el doom y la psicodelia son los estilos mayoritarios de sus asistentes.

Ya no había tiempo para más, quedaban por tocar DOPETHRONE, otra banda que no me gusta y que he visto en varias ocasiones, CASTLE RAT, a los que había visto en la jornada del viernes, y como punto final mis queridos VINNUN SABBATHI, con un comienzo de actuación previsto para las 3,25 de la mañana. ¿Quién llega a esas horas en condiciones si no es tras la ingesta de drogas estimulantes?, yo no. Ya les había avisado a los miembros de la banda que sería difícil mi presencia durante su performance, pero afortunadamente unos días después, los vería actuar en Hoflarm, donde con un horario más racional podría verles tranquilamente, por lo que di por concluido el festival para mi. Los mexicanos me habían traído una botella de mescal desde Mexico, regalo que degustaré gustoso en cuanto pueda, ¡gracias chicos!!

El enorme esfuerzo que me ha supuesto este año mantener el tipo hace que me plantee como gestionar esto, ya que aparte de cubrir los festivales, necesito divertirme en ellos, y cuando hay tantos elementos que restan mi gozo, la balanza se desequilibra. Esta ha sido para mi la edición más dura del Sonicblast de la decena de ediciones en las que he estado, el festival ha crecido exponencialmente gracias al buen trabajo de Ricardo y Telma, pero con mi salud mermada, no me resulta tan gratificante como lo ha sido durante todos estos años en los que he gozado enormemente de mi obligada visita al norte de Portugal. Si ha eso unimos la disparidad del line-up de las últimas ediciones hace que necesariamente deba plantearme como gestionar esto. Veremos….

En cualquier caso, al margen de mis cuestiones personales, de la masificación, de la disparidad de su line-up SONICBLAST en su 13 edición, fue una fiesta por todo lo alto en la que me pude encontrar con cientos y cientos de amigos y conocidos que siempre gratifican mi alma. Aunque el festival ha crecido y consagrado como un referente absoluto de la escena europea espero que la infraestructura y condiciones mejoren para asumir toda esa demanda de público que cada año puebla masivamente la costa norte portuguesa para vivir una experiencia única y que reclama algo más de comodidad para sobrevivir este intenso pero maravilloso festival.

Todas las fotos en redes sociales:

DenpaFuzz

denpafuzz/