Reseña: KANAAN / ÆVESTADEN.- ‘Langt, langt vekk’

Los noruegos KANAAN son una banda que parece no tener límites a su creatividad. En esta ocasión nos presentan un proyecto verdaderamente encantador y único junto a la banda de folk noruega ÆVESTADEN. El intimismo y la suavidad de la tradición se encuentra con una psicodelia instrumental propulsiva con un resultado ciertamente embriagador. Jóvenes, aunque sobradamente preparados, estos chicos se mueven como pez en el agua entre pasajes sonoros en los que el folk es enriquecido con complejos desarrollos en pulidas y cautivadoras canciones. Valiente, meditativo y progresivo, el álbum es una nueva y emocionante joya en las coronas de estas dos bandas galardonadas.  Con ‘LANGT, LANGT VEKK’ (traducido como lejos, muy lejos ) las dos bandas han creado un álbum singular. La música folclórica tradicional noruega y el rock se han combinado varias veces antes, pero nada suena como esto. Kanaan  aporta el trasfondo de jazz/psicodelia de sus miembros, arraigado en la improvisación y el jamming.  La folktrónica moderna de ÆVESTADEN utiliza varios instrumentos tradicionales antiguos, además de la incorporación de música folclórica tradicional sueca. El resultado es algo verdaderamente innovador, en el que brillan las identidades de ambas bandas. Una mágica combinación en la que lo innovador se integra en la tradición. Viejos salmos y tradiciones reelaboradas junto con grandes composiciones nuevas. El álbum es impresionantemente coherente, dados los antecedentes musicales tremendamente diferentes de las dos bandas. Violines, cuerno de vaca, lira kravik, arpa de boca, sintetizadores, armonías, guitarras pesadas y una sección rítmica atronadora: musicalmente, es impresionantemente versátil, además de consistentemente de buen gusto. LANGT, LANGT VEKK’ probablemente sea un álbum difícil para los amantes de los sonidos más pesados, pero si consigues salir de tu zona de confort, la experiencia puede ser sumamente gratificante y sorprendente. KANAAN suma y sigue, ¿Qué será lo próximo?

 Venerando el legado de la música tradicional, ‘Ganglåt bortåt’ es una canción folclórica en la que destaca el sonido del violín entre otros instrumentos tradicionales. Completamente instrumental, su sencillez es suficiente para provocar un efecto balsámico sobre el oyente bajo tonos casi medievales en los que lo sinfónico está presente. 

Con un tono más festivo ‘Habbor og Signe’ y combinando elementos tradicionales con una licuefacción de rock psico-progresivo estalla en una explosión de folk nutrido de pasajes de rock contundente. Una fusión que fusiona impulsada por un vibrante ritmo en una estratificación de lo folclórico con el rock más explosivo. La pista nos ofrece mágicos pasajes de guitarra en su serpenteante desarrollo con esa acertada alternancia entre lo tradicional y lo contemporáneo.

Mas experimental, ‘Fiskaren’ nos brinda ritmos casi kraut con un sonido denso en el que se hace hueco lo folclórico y asoma la versión electrónica a partes iguales. Una atrevida combinación que es ejecutada con acierto, sin sobresaltos ni incoherencias.

En ‘Langt, langt vekk’ encontramos otra fusión de ritmos kraut con elementos tradicionales en una pista dinámica y psicodélica a la vez. Su afanoso ritmo tribal unido a unas cautivadoras voces, lo convierte en una de las canciones más destacadas del álbum.

‘Farvel’ nos devuelve la experimentación más audaz. Un lento ceremonial de tambores nos lleva ante el cautivador relato de su cantante. Un susurro reconfortante que lentamente auspicia el resto de los instrumentos hasta crear una hermosa canción en la que lo tradicional se adorna con suaves pasajes musicales.

Desarrollándose en una atmósfera nebulosa ‘Vallåt efter CG Färje’ es impulsado por un dinámico ritmo sobre el que las voces ensoñadoras nos susurran en un canto mágico auspiciado por bellos e inquietantes desarrollos psicodélicos. Insertando sutilmente algunos elementos progresivos la pista gravita en un entorno lisérgico sin perder su esencia folk.  La parte central nos ofrece elaborados pasajes instrumentales con instrumentos que se arremolinan hasta conseguir una pista compleja y llena de ornamentos.

‘Hva har min Jesus gjort for meg’ es un breve interludio pastoral con voces corales y un tono litúrgico.

Un suave exotismo palaciego aflora en ‘Dalebu Jonsson’. Una canción tradicional con voces que se superponen sobre una instrumentación electroacústica. Un claro ejemplo de la fusión de estos jóvenes músicos noruegos creando una pista oscura en la que las pinceladas de free-jazz alborotan su plácido caminar.

Fusionando con acierto elementos psicodélicos con los tonos folk ‘Vardtjenn’ nos sitúa en un fantástico mundo sensorial. Con suaves pasajes y cautivadoras melodías, la pista gravita en un entorno mágico en su inicio para avanzar en la experimentación y licuefacción de estilos. El resultado es una canción repleta de alicientes y elementos cambiantes que hacen que según avance se torne más completa y fascinante.

Kanaan – Band

Ævestaden

Jansen Records

Reseña: LITTLE ALBERT.- ‘The road not taken’

Alejado de las vibraciones psycho-doom de su banda MESSA, su guitarrista Alberto Piccolo nos ofrece un maravilloso álbum con su proyecto LITTLE ALBERT. Un trio que se zambullee en el blues del Delta entre ecos jazz, pasajes psicodélicos y golpes de música pesada. ‘THE ROAD NOT TAKEN’ refleja la habilidad para moverse entre estilos diferentes con canciones construidas con una absoluta solvencia. Si el trabajo de guitarra es notable, los registros vocales se muestran esplendorosos consiguiendo cautivar al oyente en un plácido escenario en el que el blues de Muddy Waters se mestiza con el sonido de bandas contemporáneas como THE BLACK KEYS. Abordando el concepto de elección el álbum se divide en una serie de reflexiones sobre el amor que salió mal, los arrepentimientos y la salud mental. Sin duda el ambiente a veces desértico y otras veces pantanoso, en el que se desarrollan las canciones supone un aliciente más para aquellos que todavía no se han dejado seducir por el blues más auténtico. Habiendo sido grabado con cinta analógica, el álbum irradia una vitalidad vintage que se enriquece y complementa con una vibra moderna más propia de la escena pesada del momento. Bien podríamos decir que ‘THE ROAD NOT TAKEN’ es como un pequeño paréntesis en la música pesada que Alberto ejecuta habitualmente en MESSA, y un verdadero regalo para aquellos que no tienen complejos en degustar un álbum, elegante, suave, sofisticado, auténtico, que se aleja del Stoner y el heavy rock, pero que no olvida sus raíces psicodélicas.

THE ROAD NOT TAKEN’ fue grabado, mezclado y masterizado por Matteo Bordin en Outside Inside Studio en Volpago del Montello, Italia. Producido y arreglado por Alberto Piccolo, con letra de Alberto Piccolo y Sara Bianchin (pista 1, 2, 3, 4), y está disponible vía  Virgin MusicUniversal Music.

LITTLE ALBERT son: Little Albert (voz, guitarra, teclados), Alex Fernet (bajo) y Diego Dal Bon (batería, percusiones).

Por la senda del blues ortodoxo y con una vibra bandas como Black Keys ‘Still Alive’ nos acaricia con sus hechizantes acordes y una cautivadora voz que pone la guinda a una composición serena pero penetrante. Sus contagiosas melodías calan con facilidad en el oyente bajo su comedida instrumentación. El ritmo cadencioso aporta un groovy pegadizo con el que llevar al éxtasis al oyente. El tópico de menos es más se plasma una vez mas en una canción que también nos ofrece solos virtuosos de guitarra con los que completar el hechizo.

Escarbando más aún en el legado del blues del delta, ‘Demon Woman’ nos traslada a un entorno pantanoso en el que los efluvios del blues se tiñen de psicodelia. Con un gran trabajo de guitarra, la pista nos recuerda el legado de grandes como Muddy Waters en otra pista rebosante de sentimiento.

Sin salirse del guion, pero mostrando una pesadez superior, ‘See My Love Coming Home’, se desarrolla entre nebulosa lisérgicas y todo el aroma del mejor blues. Construida a partir de un riff, la pista se muestra firme y sólida con su cuidada instrumentación. La voz sigue ejerciendo su rol con un tono más dinámico que solo cede ante las embestidas de ese blues ácido que sale con solvencia de las cuerdas de la guitarra. Una pista con un sonido contemporáneo que transita por un espacio heavy-blues empapado de psicotrópicos.

 Reposando en un acolchado y gratificante espacio sonoro ‘Hiding All My Love Away’ parece acercarse al jazz para mostrarse sobrio y elegante. Una sofisticada pista con unos cuidados arreglos y versátiles elementos incorporados con acierto y sutileza. Si bien cada canción nos ofrece una visión distinta del blues, todas ellas contienen suficientes elementos como para conquistarnos.

Instalado en ese espacio sonoro en el que el blues se tiñe de jazz y psicodelia, la apacible ‘Blue and Lonesome’ mantiene el nivel con sus suaves pasajes. Tomándose su tiempo, la pista cuenta con delicados pasajes de piano acompañando una armonía sencilla que se repite entre partes vocales sumamente cautivadoras. En la parte central, la destreza de Albert a la guitarra queda patente una vez más.

En ‘Magic Carpet Ride’ seguimos descubriendo nuevas vías en la música de LITTLE ALBERT. Otro blues con elementos hard-rock y algún golpe de riffs Stoner hacen que la intensidad aumente en una pista que guarda el equilibrio entre la pesadez y el aroma del blues del siglo pasado. La pista so torna mas turnia gracias a su poderosa línea de bajo y a un ritmo más contundente.

En un álbum sin estridencias y con una línea argumental similar en sus canciones, ‘This House Ain’t No Home’ se nutre de sofisticados momentos jazz, que son insertados en su suave instrumentación entre golpes de riff mas contundentes que nos recuerda el origen pesado. Una canción ondulante que va y viene dejando espacio para la fuerza en sus sosegados pasajes. Otro corte elegante y sólido para cerrar un álbum brillante.

Little Albert

Universal Music Italia 

Reseña: EDENA GARDENS.- ‘Dens’

Cuando unos magníficos músicos se juntan para disfrutar tocando, dejándose llevar por su creatividad y espontaneidad, el resultado son álbumes mágicos como este ‘DENS’. El proyecto del guitarra de PAPIR, Niklas Sorensen, el batería de CAUSA SUI, Jakob Scott y el bajista Martin Rude, tras la publicación de su álbum homónimo ‘EDENA GARDENS’ (reseña aquí) y ‘AGAR’ (reseña aquí), parecía haber culminado con las exploraciones jazzeras de ‘LIVE MOMENTUM’, ahora llega el capítulo final de la trilogía. ¿El último álbum de este magnífico supergrupo? Supongo que el tiempo nos dará la respuesta, pero por las palabras de la banda, puede que este sea su final. Porque estos músicos viven el presente y en él se centran para plasmar su creatividad con las sensaciones que brotan en cada momento sin pensar en el futuro. EDENA GARDENS es una banda que vive del presente, pero que perdurará en el futuro, porque estos tres álbumes tiene la calidad suficiente como para ser recordados en el tiempo. Sumergiéndonos ya en su contenido, en ‘DENS’ deletrea acertadamente el último tercio del nombre del grupo. Y fiel a su estilo, la banda gira hacia adentro en lugar de hacia afuera, recurriendo a profundos matices de ambient, slowcore y el fantasma de Mark Hollis. Mientras mantiene su toque psicodélico, el trío teje las líneas entre géneros de una manera que se está convirtiendo en su propia firma. Siempre desde la pausa, el trio se mueve hacia distintos lugares sonoros sin perder el rumbo de lo que significa el proyecto EDENA GARDENS. El álbum reúne horas de improvisación libre en un tamaño coherente. Las ediciones impecables y la magia del estudio mejoran la sensación de naturaleza casi narrativa a medida que avanza el álbum. Invocando cualquier cosa, desde una fogata crepitante, huesos crujientes y el canto de las dunas de arena sus bellos sonidos ambientales nacidos de la improvisación son impulsados por el bajo y la batería, sentando una base sólida pero fugaz. Allí las relucientes líneas de guitarra de Nicklas nunca se sintieron más libres y exploratorias, lo que hace de ‘DENS’ una nueva experiencia sensorial que nos lleva en volandas de manos esa guitarra mágica, unos ritmos cadentes, contenidos e hipnóticos. Sonidos expansivos y ambientales que lentamente van sumiéndonos en un nirvana sonoro sumamente estimulante. El antídoto perfecto tras un duro día de trabajo en el que el cuerpo y la mente necesitan desconectar. Y, ¿hay me forma de hacerlo que dejarte llevar por un mundo mágico en el que todo es belleza? La respuesta es NO, porque EDENA GARDENS son capaces de componer canciones terapéuticas ideales para reconfortarnos del estrés y de los malos rollos cotidianos. Ponte cómodo y disfruta de este trance sonoro, porque, quién sabe si será el último.

‘Wald’ nos introduce en el álbum con elegantes y reconfortantes acordes de guitarra en un ambiente relajado y completamente cautivador. La canción es un gratificante bálsamo sensorial para expandir nuestra mente en un espacio de descanso. Estructurada en capas, la lenta batería y una ambientación envolvente nos sitúan en un particular jardín del Edén. La pista repite su armonía modulándola en un placentero viejo sonoro.

Ahora en un escenario sonoro de oscuridad la meditativa ‘Dusted’ juega con la libertad creativa manteniendo la esencia atmosférica del trio. Sin forzar la máquina, el corte se envuelve en efectos y un ritmo pausado combinando elegantes pasajes guitarra a los que insertan sutiles elementos jazz. Otra canción hermosa que no necesita de poderosos riffs para cautivar al oyente.

‘Vini’s lament’ es un tributo a THE DURRUTI COLUMN. La canción se envuelve en una atmósfera impregnada de nostalgia mientras el trio explora sin complejos su creatividad para situarnos en un entorno onírico bajo relajantes pasajes ambientales. Nuevamente aflorar levemente los tonos jazz en una pista que se deja llevar por un flujo ambiental con un nítido carácter psicodélico.

Con algo más de nueve minutos ‘Morgensol’ mantiene el tipo en el mismo escenario en el que se han desarrollado las pistas anteriores. Sus tonos grises y los hermosos acordes de guitarra evolucionan lentamente en un fascinante paseo por bellos entornos sonoros. Con su cálido sonido la canción penetra en nuestros corazones para transmitir esa sensación de paz presente en todo el álbum. En esta ocasión con un carácter más experimental la pista no pierde la cara y se muestra fragante y balsámica.

Con ‘An Uaimh Bhinn’, el trio da un paso adelante para sumergirse en un entorno de efluvios psicodélicos sin perder su esencia ambiental. Las prisas no existen en este cautivador álbum en el que estos músicos expanden su sonido a oníricos entornos sonoros llenos de magia. El contenido ritmo se ve coloreado con una guitarra siempre ensoñadora para ofrecer un rico tapiz sonoro creado desde la sencillez. Un claro ejemplo de que menos, es más, solo la espontaneidad es suficiente para crear bellas canciones instrumentales.

‘Sienita’, con sus 14 minutos de improvisación vertiginosa y plenamente formada, que abandona cualquier engaño de estudio, además de un órgano con un solo doblaje, que sube y baja como la marea. Como he dicho tantas veces, las pistas de larga duración son el espacio perfecto para que los músicos desarrollen todo su potencial e inquietudes, y esta, es un claro ejemplo de ello. Estratificando el sonido en capas, EDENA GARDENS crea otra maravilla instrumental adornada con hermosos pasajes que habitan en un espacio melancólico, pero sumamente gratificante. El suave inicio del corte se ve alterado por pasajes mas complejos y experimentales en su parte central, antes de retomar la senda de calma y volver a los orígenes en esta hermosa improvisación.

Sin darnos cuenta llegamos al final de este cautivador transito por hermosos entornos sonoros con ‘Dawn Daydreamers’. Otra bella canción creada desde improvisaciones en las que la banda muestra su cara más sosegada y relajante. En un álbum en el que no hay episodios distorsionadores de su trance sonoro, esta canción mantiene el tipo sin salirse del guion pero fluyendo con libertad por ese entorno sombrío que aquí se abre a la luz con pasajes más elaborados si cabe que gran parte, que el reto de canciones.

Edena Gardens

El Paraiso Records

Reseña: LUCID SINS.- ‘Dancing in the dark’

Los orfebres escoceses del ocult-rock de los años 70’s regresan con un hermoso álbum de sonidos vintage que te arrastran a lo mas profundo del bosque, donde los espíritus de los ancestros y los relatos de cuentos y leyendas más oscuros tiene su morada. Sustentados por su talento compositivo y por su prodigioso dominio de los instrumentos, crean bellas canciones de rock progresivo envueltas en una sutil psicodelia y aromas tradicionales. Una amalgama de estilos que van desde el rock hasta el folk, pasado por la psicodelia, lo progresivo e incluso hasta el jazz. Piensa en una marmita en la que se cuecen a fuego lento los sonidos de bandas como JETHRO TULL, BLACK SABBATH, WISHBONE ASH, CAMEL, FAIRPORT CONVENTION, BLACK WIDOW o CAMEL, aderezados por conjuros ocultistas en un ritual pagano adornado con bellas melodías, y elementos de bandas contemporáneas como DUNBARROW, WITCHCRAFT o UNCLE ACID & THE DEADBEATS,  y encontrarás un esquisto manjar llamado ‘DANCING IN THE DARK’. Un álbum oscuro que hará las delicias de los amantes del progresivo del 70’s con sus dosis de proto-doom y sus coloristas momentos campestres. Aquí no hay espacio para el aburrimiento ya que cada canción contiene elementos diferenciadores sin renunciar a la esencia propia de la banda. Bello, sutil, elegante, oscuro y completamente cautivador, su fluida narrativa acaba por hacer que su escucha sepa a poco, dejándote con ganas de más. Estamos ante un trabajo sobresaliente que se convierte en una gratificante aventura para el oyente en la que magia aflora en cada uno de sus surcos. Si nunca has escuchado a LUCID SINS y te atraen los oscuros sonidos nacidos de las entrañas de los 70’s, ponte cómodo, bebe una buena copa de vino, y disfruta.

La historia de ‘DANCING IN THE DARK’ es la siguiente… Tropiezas por el bosque. Solo y lejos de casa. Todos los caminos os han devuelto a este lugar. Perdido en un mundo verde. Escondido en la oscuridad. A medida que la luz se desvanece, se vislumbran llamas parpadeantes y se percibe el olor del humo. En un pequeño claro, las sombras proyectadas por un fuego moribundo toman formas humanas. Inclinándose en busca de calidez, comparten diez historias de esperanza y traición, magia y locura, amor y muerte. Las palabras susurradas se mezclan con recuerdos lejanos y, a medida que el fuego crece, tu sentido de identidad se quema y quema. Una a una, las figuras comienzan a bailar y girar mientras sonidos psicodélicos ocultos flotan entre los árboles. Atrapado en la vorágine, suspendido en lo alto de una red arremolinada de hojas y percepción, liberas tu control sobre el espacio y el tiempo… En el suelo del bosque, agitado por el amanecer, intentas darle sentido a la niebla dentro de tu mente. Para recordar dónde has estado. Para saber quién fuiste alguna vez. Alrededor de un fuego resplandeciente, en lo profundo del bosque,  están Dancing In The Dark… ¿Bailarás con ellos? 

LUCID SINS son: Andreas Jonsson – Voz, guitarra, bajo, órgano, sintetizador, Ruaraidh Sanachan – Batería, bajo, percusión, órgano, mellotron, flauta dulce, coros.

Invitados en el álbum: Espen Andersen, Stuart Coleman, Hanna Tuulikki, Alex Ward
Arte de portada obra de David V. D’Andrea.

‘DANCING IN THE DARK’ está disponible vía Totem Cat Records.

‘Jack Of Diamonds’ recupera la esencia del hard-progresivo de los 70’s con una cálida atmósfera más propia de un relato de cuentos y leyendas. La cautivadora voz y una suave melodía, junto a un ritmo cadente nos llevan al corazón de la década dorada, con una vibra evocadora de Wishbone Ash o AMAZING BLONDEL, y cuidados arreglos. Buenos pasajes de una suave guitarra nos sumen en una cautivadora oscuridad. Esos tonos ocultistas más propios del proto-doom, son tratados con un esmerado trabajo en unos arreglos que facilitan la escucha al oyente.

Siguiendo una senda similar al corte de apertura, ‘In The Woods (The Drifter)’ incide más en los desarrollos progresivos. En esta ocasión me viene a la cabeza el sonido de los álbumes de JETHRO TULL de mediados de los 70’s. Dulces y contenidos, los escoceses crean otra mágica canción en la que todo fluye con soltura en una senda de ensueño asediada por momentos de melancolía. Con esos tonos ocultistas muy presentes, estos chicos nunca cruzan la barrera hacia un mundo más pesado, sino que amortiguan sus riffs mas gruesos con un trabajo compositivo absolutamente fascinante. Una oda a un pasado lejano en el que la épica lo cubría todo.

‘The Dance’ sigue coloreando sus armonías de un aroma vintage en el que el rock exploraba espacios progresivos sin rubor. Dulces y tenues, LUCID SINS saben como conquistar al oyente con una sutileza y elegancia propia de otros tiempos. Una melancólica atmósfera preside la escena entre dulces melodías vocales que siempre ofrecen su versión más placida.

Con un swing alegre y contagioso ‘Take Me With You’ se nutre de elementos jazz y cuenta como invitado con Espen Andersen, de los maestros noruegos del proto-doom DUNBARROW. Esto supone el primer dueto en una canción en la que el sonido del órgano hammond aporta un gran carácter vintage. Aquí nada es lo que parece, pero el resultado es fantástico. Los pasajes de guitarra siguen brillando a un nivel superior, lo que, unido una esmerada composición, hacen de la pista una verdadera joya en la que los ecos WISHBONE ASH afloran de nuevo.

Sanctuary Stone’ se sumerge en un espacio folk, más propio de bandas como FAIRPORT CONVENTION.  La mágica y cautivadora voz de Hanna Tuulikki, y el uso de algún instrumento tradicional, marcan el devenir del corte. Folk progresivo evocador de tiempos pasados como guiño a la música tradicional.

Devolviéndonos a las atmósferas ocultistas, ‘A Call In The Dark’ es un sortilegio en álbum oscuro y remoto lugar en lo profundo del bosque. Su amenazante línea de bajo y un tempo constante unido a algunos quiños Sabbath, son la guía de este inquietante relato más propio de bandas como BLACK WIDOW y mas concretamente su ‘Come to the Sabbath’, esta vez adornado con alguna melodía progresiva.

 ‘The Toll’ transcurre en un espacio vintage presidido por el majestuosos sonido del órgano. El relato ocultista persiste en otra canción oscura que se ejecuta con un sonido contenido que va elevándose entre riffs rugosos y un ambiente humeante.

El relato prosigue con ‘From The Bough’, en donde las suaves melodías vocales, miran al legado de los 70’s para construir otra canción de hard-progresivo a la vieja usanza. Piensa en un hibrido entre Wishbone Ash y Camel.

Retomando las vibraciones folk, ‘The Raven’s eye’ nos sususrra en un canto seductor evocador de la tradición. Verdes pastos y un bucólico entorno con olor a hierba se adornan con dulces voces en una nueva colaboración de Hanna Tuulikki. Un ejercicio de melancolía en el que podemos encontrar ecos de Jethro Tull en sus años más campestres.

‘Catch the wild’ cierra el álbum con brillantes momentos psico-progresivos en los que el legado de Ian Anderson también parece venerarse. Algo más alejados de los postulados ocultistas, los elementos folks, aparecen en otra bella canción progresiva. Esmerados en los arreglos, el corte contiene toda la esencia de LUCID SINS, un atributo con un intenso olor a perfume de alto standing. La parte final el sonido del clarinete de Alex Ward lleva la canción a un espacio mas propio de Pink Floyd tocando jazz.

Lucid Sins

Totem Cat Records

Reseña: KANAAN.- ‘Downpour’

Retomando el camino dejado por su álbum ‘EARTHBOUND’ y continuando con la progresión de los últimos años, KANAAN presenta su nuevo álbum ‘DOWNPOUR’. Un trabajo lleno de riff pesados como el plomo, empapados en fuzz difuso, estruendoso por momentos, aturdidor, pero manteniendo la esencia de improvisación de la banda y los pasajes lisérgicos. Un álbum policromado en el que el trio noruego expande su sonido a caballo entre el legado de KYUSS y la experimentación de bandas como DUNGEN o HAWKWIND. El pasado año tuve la oportunidad de ver al trio en directo, y su potencial en concierto es infinito, algo que de alguna manera, se refleja también en este álbum. Sin duda uno de los conciertos más emocionantes del año, y que tendrá su segunda parte en unas semanas en Desertfest Berlín. Pero siendo consciente de que muchos de los seguidores de DenpaFuzz son habituales del Sonicblast Fest, les emplazo a que este verano no se pierdan a estos chicos, la experiencia merecerá la pena. Retomando el contenido del álbum, destaca ese torrente de fuzz que habita en cada una de sus canciones. Unas pistas fornidas que te abofetearán la cara, pero que también te sumirán en un caos sonoro de proporciones descomunales. Si eso no es suficiente, los devaneos improvisados siguen estando presentes. Y es aquí donde KANAAN son impredecibles, ya que son capaces de llevarte a un espacio más propio de Carlos Santana a través de logrados momentos de fusión, surcar el cosmos como lo hicieron HAWKWIND décadas atrás, o mostrar el lado más rugoso del desierto a semejanza de los pioneros KYUSS. No obstante KANAAN son una banda que nada con soltura en las aguas de la psicodelia pesada, y los guiños a bandas como COLOUR HAZE, también aparecen en este descomunal álbum. Porque ‘DOWNPOUR’ te va a obligar a garrarte fuerte, porque si no, quedarás a merced de sus zarandeos y giros constantes. Un viaje a la deriva con emocionantes momentos que corroboran que los noruegos,  son una banda a tener muy en cuenta.

KANAAN  son:  Ask Vatn Strøm – guitarras, percusión, oscilaciones, Ingvald André Vassbø – batería, percusión, velocidad Farfisa y Eskild Myrvoll – bajo, sintetizadores, Mellotron, guitarra

‘DOWNPOUR’ está disponible vía Jansen Records.

Golpeando con los riffs más pesados y ásperos que los hemos oído hasta ahora, ‘Black Time Fuzz’ nos noquea como un crochet en el hígado. Una pista que refleja el sonido más monolítico de los noruegos sin que por ello el trio renuncie a su esencia psicodélica. Ensoñadores pasajes de guitarra conviven entre estruendosos riffs y atronadores tambores en un corte que mantiene el espíritu de improvisación de KANAAN. Sin duda una forma contundente de abrir un álbum. Todo un puñetazo en la mesa que desemboca en un caos monumental en el que los instrumentos se encabritan creando un sonido aturdidor.  

Después de la deflagración anterior, los hipnóticos ritmos kraut de ‘Amazon’ nos sitúan en el interior de un caleidoscopio empapado en sustancias psicotrópicas. Seis minutos de canción con la colaboración de Hedvig Mollestad en otra nueva orgía sónica.

La canción que da nombre al álbum fluye lentamente impulsada por una hipnótica línea de bajo. ‘Downpour’ palpita lentamente entre acordes y distorsiones de blues y psicodelia ácida. El ritmo colorista de los tambores hace que esta jam se muestre luminosa ante el oyente. En esta ocasión se percibe más notablemente que estos chicos improvisan e improvisan hasta que sus caminos se encuentran en algún lugar. La destreza técnica y la conexión hace que los devaneos acaben desembocando en una bella canción que bien habría podido firmar el propio Carlos Santana. Si en los dos cortes previos, no había rastro de las inclinaciones jazz del trio, aquí las pincelas estilísticas en esa gratificante fusión de elementos obtiene su recompensa. Pero obviamente, estos chicos son imprevisibles, y el corte acaba en una nueva y controlada orgía sónica.  

‘Psunspot’ pone la pausa a modo de colorista interludio atmosférico.

La breve pausa nos sitúa en un escenario más psicodélico con ‘Orbit’. Si bien la pista contiene en sus entrañas fornidos riffs, su aura parece mirar sin rubor al pasado. Con un sonido que muta constantemente en su espíritu, la canción bebe del rock de los 70’s con elementos progresivos, pero también del Stoner más contemporáneo. Una dualidad que se ve diferenciada por unos teclados vintage que se hacen paso entre su densa armonía. La banda sigue sin bajar el pistón en su nivel de pesadez, conjugando este elemento con fantásticas melodías que siempre acaban por atraparte.

El álbum cierra con una pista dividida en dos partes. ‘Solaris Pt. 1’ crea una atmósfera psicodélica a través de suaves acordes y efectos envolventes. Lentamente la pista nos va sumergiendo en un fascinante mundo sensorial. Sus balsámicos acordes de guitarra ahora son custodiados por los sintetizadores mientras la base rítmica baja las revoluciones a la mínima expresión. Mas cohesionado que las canciones anteriores, aquí los noruegos toman el camino llano en lugar de las tortuosas embestidas de los cortes anteriores. Solo en la parte final nos recuerdan que son una banda crossover, y saben manejarse con la psicodelia, el rock espacial y los rugosos riffs Stoner.

En la segunda parte ‘Solaris Pt. 2’ la psicodelia pesada de bandas como Colour Haze parece que es parte de su inspiración. Bailando sobre ese fino alambre que separa el Stoner de las vibraciones heavy-psych, la pista ofrece dos de las facetas mas brillantes de la banda. Una guitarra virtuosa y un ritmo pesado impulsan la pista a un torrente de solos ácidos, que mueren en una mar de sustancias narcóticas. De nuevo dando muestra de su poderío, el sonido de banda golpea con fuerza entre pasajes atmosféricos. Una dualidad sumamente efectiva con la que consiguen que cada canción se muestre poderosa y pesada sin renunciar a una pizca de su mágica psicodelia instrumental

Kanaan – Band

Jansen Records