Con una parada en Colonia para ver el show de Slomosa junto a Mastodon y tras dos maratonianas jornadas conduciendo a través de Francia con una temperatura que llegó hasta los 43 grados (aviso para los negacionistas del cambio climático), llegaba de nuevo a Hoflarm en mi tercera visita al festival. La jornada del miércoles me la tomé de descanso tras haberme instalado en la zona de acampada. Después del intenso fin de semana en Portugal en el SonicBlast y después de haber conducido casi 2000 kilómetros necesitaba bajar la intensidad y tomarme el día con calma. Poco a poco iban llegando multitud de conocidos y amigos con los que cambiaba impresiones. El recinto seguía igual que el pasado año, aunque se notaban algunas pequeñas mejoras en su infraestructura. Una gran carpa instalada en la parte final del recinto proporcionaba una sombra necesaria. El calor del verano golpeaba con fuerza y son muchas las horas que tenemos que estar bajo los rayos solares. La organización había puesto a disposición de los asistentes la posibilidad de adquirir online un ticket para las duchas al precio de 8 euros para todo el fin de semana. La cola para las mismas crecía en las primeras horas del día, pero nadie se alteraba por la espera. Si hay que destacar el amor que Caspar y su equipo ponen para el bienestar de los presentes, estos, como siempre colaboran de buen grado lo que genera un ambiente acogedor. En el recinto las cervezas se consumen en los envases de cristal mientras unos chavales pasan con cajas recogiendo los ocasionales envases vacíos, ya que por lo general todo el mundo recoge sus desperdicios y portan su propio cenicero para que la limpieza predomine. Esto permite poderse sentar en la hierba sin nada que nos moleste, responsabilidad cívica. De igual manera me resulta curioso ver a la gente bebiendo sus copas de aperol para refrescarse y combatir el agobiante calor de la tarde. Es uno de los pocos festivales que conozco en el que los vasos de plástico son excepcionales, lo que dice del civismo de los presentes, porque HOFLARM es un lugar en el que la camaradería y el buen rollo impera sobre todas las cosas.







JUEVES

El caluroso día daba la bienvenida a los australianos KHAN .su show en Krach am Bach un par de semanas antes se había convertido en uno de mis favoritos del verano. En esta ocasión repetían poniendo la pausa en la hora de la siesta con sus hipnóticas canciones empapadas en la mejor de la psicodelia. Este poder magnético hacía que el público saliera de las sombras para acercarse al escenario y disfrutar del viaje. Una sosegada forma de empezar la jornada bajo un sol por momentos, abrasador.

Para despertarnos de ese gratificante letargo que nos habían brindado los australianos, llegaban PIECE derrochando una energía desbordante con sabor a metal. Voces agresivas y canciones ruidosas no era lo que mejor me venía en ese momento en contraste con parte del público en modo ‘fiesta’.
Aprovechando el descanso entre bandas aproveche para hidratarme. El asfixiante calor necesitaba ser apaciguado con la primera cerveza del día. Y la verdad, me sentó genial. El festival está ya en plenitud de ambiente con grupos repartidos entre las sombras sentado en la hierba esperando que el fuego meteorológico amainara.
S.U.G.A.R era una banda desconocida para mí. Hacían una mezcla de garage punk con momentos The Ramones sumamente divertidos como corroboraban los múltiples bailes de una audiencia que se divertía con su actuación.

A continuación, COLTAINE tomarían el escenario. Saludé a la banda en el backstage un rato antes, nos habíamos conocido en Madrid meses atrás y recordamos aquella gran noche. Sin ser una banda que a priori se encuentre entre mis favoritas, lo cierto es que aquella noche me conquistaron. Ahora en un escenario grande la banda volvió a demostrar su calidad. Solventes, relajados por momentos, pero firmes y pesados. Esas voces desalmadas y unos riffs que te atraviesan el alma acabaron por conquistar al público. La banda cada día está más sólida y segura y eso se notaba en una actuación brillante en la que su batería interpretó una canción tocando la guitarra mientras su cantante se retiraba del escenario.

Otra propuesta particular era la SPIRIT MOTHER. Con algún cambio en su formación respecto a las anteriores veces que vales he visto, su sonido sigue siendo mágico. El equilibrio perfecto entre la pesadez y lo onírico con ese violín mágico y pasajes sinfónicos que nos trasladan a un mundo ensoñador donde explota la bestia. Otro buen concierto para jornada muy productiva.
La noche caía y la temperatura nos daba un respiro. El cambio de band me permitía volver a degustar ese maravilloso pan negro con humus llamada ‘alma negra’. Un delicioso manjar artesanal al que no puedo resistirme.

Ya solo quedaba el cierre con DEATHCHANT. Una banda que lo da todo y que presagiaba un fin de jornada por todo lo alto. Poco tardaron tras salir al escenario en ponerlo todo patas arriba. Esos riffs de heavy metal añejo con tintes épicos arrasaba Hoflarm. Si combinación de heavy rock con momentos doomies eclosionaba con un sonido denso y pesado. Metal, unas gotas de Doom y voces agresivas ponían el cierre a la jornada con su frenesí habitual. El público desatado acompañaba a la banda poniendo a prueba sus cervicales. Tras las habituales fotos a la banda Seguí su concierto sentado tranquilamente, algo que Hoflarm me permite, ya que hay tiempo para todo, incluso para la relajación. Aunque está se vio alterada al final del concierto cuando uno de sus guitarras sobrevolaba las cabezas del público surfeando con su guitarra. Un frenesí que precedía a la retirada de la banda del escenario, pero el público quería más y los californianos complacieron a la audiencia con un tema mas ante el jolgorio de los presentes.
La primera jornada había concluido para mi, no sin antes relajarme en la puerta de mi tienda organizando las fotos tomadas.
VIERNES
El viernes amanecía con una temperatura más benevolente. Una ducha, un buen desayuno y editar las fotos del día anterior fue mi ocupación en la mañana. Judith daba su clase de yoga bajo la carpa hinchable. Este ambiente relajado es el que me gusta en un festival y Hoflarm afortunadamente lo tiene.

A las 3,15 las austriacas LURCH abrían la jornada. Ya había tenido la oportunidad de verlas en Freak Valley y si propuesta sonora me resulta gratificantes. Estas jóvenes chicas van cogiendo confianza poco a poco lo que se tradujo en una buena actuación.

Era el turno de los berlineses VUG, con los que había estado antes tras meses sin encontrarnos. Me avisaban de que iban a tener un invitado especial acompañándoles en una canción, como así fue. Su rock vintage con tonos progresivos y guiños sabbathicos se mostraba tan añejo como siempre. Puede que no sea un plato para todos, pero solventaron la tarda con suficiencia ofreciendo su versión más auténtica.

Eran las 6 de la tarde y las chicas de MAIDAVALE eran anunciadas por Kath. Las suecas siguen en esa línea firme sin dar un paso atrás. Psicodelia colorista en su lado más íntimo para amenizar la tarde en los momentos en los que el sol más calentaba. Todo un bálsamo que fue evolucionando hacia esos ritmos contagiosos que tan bien saben crear. El concierto iba aumentando su intensidad mientras el sol iba perdiendo la suya. MAIDAVALE siguen manteniendo el nivel tras años de carrera, haciendo evolucionar su sonido en busca de nuevos horizontes.
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A veces es increíble lo que puede cambiar una banda. THE WARLOCKS, dos semanas antes en Krach am Bach habían ofrecido un concierto discreto para su reputación. Pero en Hoflarm brillaron con un resplandor cegador. Sin renunciar a su psicodelia empapada en miel, el quinteto saca todas sus armas. Desde una actitud diferente, a un poderío sónico impresionante, la banda nos regalaba un concierto sobervio. Ritmos garageros que se tornan pesado como nunca hubiera imaginado y un groovy contagioso ponía el recinto a bailar. Todos comentábamos que es concierto no había tenido nada que ver con el habíamos visto había tan solo dos semanas. Acreedores de su prestigio.

A MANTAR les había visto un par de veces con anterioridad, pero poco más tiempo del suficiente para tirar unas fotos. El dúo alemán no hace música que me emocione, pero en Hoflarm me di la oportunidad de prestar más atención a su actuación. Su cantante interactuaba con la audiencia en la prueba de sonido antes de desatar la locura con ese sonido agresivo y esas voces ásperas con vocación gutural. Lo cierto es que gran parte de la audiencia disfrutaba con un headbanging continuo. Un derroche de energía que definitivamente no está hecho para mí. La locura se había desatado y los pogos tomaban el poder.

Un momento perfecto para reponer energía y tomarme las cosas con calma antes del concierto de GRAVEYARD, que se convirtieron en los ganadores del Día con un show arrollador como nunca antes les había visto. Bailes, guitarras al aire y una energía desbordante. No faltaron sus momentos de blues nebuloso poniendo la pausa a una de sus actuaciones más contundentes. Unas semanas después de Bearstone Festival, los suecos parecen haber tomado criptonota. La banda se despedía de una audiencia que quería más, lo que les hizo salir un instante dedo para golpear con sus armas más diabólicas. el delirio y una bacanal por todo lo alto.
GRIN eran la sorpresa que la organización tenía preparada para la noche. El dúo actuaba en el cobertizo de la casa como invitados especiales. Contundentes y dándole al público lo que quería en ese momento, fueron mi último plato del día.
Falta por actuar ZERRE, una banda que había visto previamente y que no es de mi gusto. Desde mi tienda de campaña pude escuchar sus gritos y el estruendo de sus instrumentos. Si agresividad no era mi mejor opción para terminar el día.
SÁBADO

El último día del festival nos recibía con el cielo cubierto y una notable bajada de temperatura. La gente iba poco a poco despertando y con caras de sueño se dirigían a las duchas. A la salida las caras eran otras. La relajada mañana me permitía ponerme al día con las fotos del viernes. Al terminar los chicos de VINNUM SABBATHI llegaban con rostros de cansancio tras siete horas de viaje según me comentaban. Les puse un poco al día del ambiente del festival antes de salieran al escenario para iniciar la jornada. Así podría quitarme la espina de no haberlos visto en SonicBlast donde tocaron a una hora intempestiva. Las locuciones espaciales precedían sus embestidas de doom cósmico. Si grueso sonido se veía adornado con los sintetizadores ambientales durante sus largas y plomizas canciones. A paso lento pero firme conseguían atrapar a la gente que iba llegando en ese viaje sideral impulsado por su pesadez doom. La banda mostraba su cara más, viajera entre riffs monumentales. Su actuación fue bien recibida por un público expectante que reconoció el trabajo de los mexicanos.

EREMIT tomaban el relevo manteniendo el ambiente en las cavernas del doom atmosférico. Soporíficos por momentos, la desgarradora voz salía de las cavernas como un ser abyecto. Terroríficos y envolventes ofrecían un tétrico trance sonoro en el que la grasa sludge se iba modulando hacia un espacio ecléctico difícil de describir.

Tras la correspondiente pausa Hoflarm se llenaba de bailes con los sonidos alternativos de ANNIE TAYLOR. Un concierto divertido que subió la temperatura del festival poniendo al público en modo fiesta total y a su cantante tocando entre el público ante la algarabía de este.

ELEPHANT TREE aparecían sobre el escenario sin guardarse nada. Desde el inicio y a pesar de un sonido mejorable, la banda descargaba su energía entre sus etéreas melodías. Ellos son una banda divertida en directo, una banda que no parece que se guarde nada, a pesar de ciertos problemas de sonido que tuvieron en su actuación. Peter no encontraba la forma de que su bajo sonara bien, pero aun así sus bailes y sus interacciones con el público no cesaban. Con el sonido de la voz algo apagado la banda no sé rendía ante la adversidad hasta el momento final en qué su guitarrista se bajó al foso para ejercer a la audiencia. Estos chicos son muy buenos y saben cómo solventar las adversidades. Si bien su actuación fue durante a la que habían dado en Krach am Bach un par de semanas antes, fueron despedidos con una estruendosa actuación.

La noche había ensombrecido el festival y REZN aprovecharon su actuación para ponerle una melodía acorde con festival que gusta del doom. Sus atmosféricas canciones brillaban en la oscuridad con un sonido denso adornado por el siempre tonificante sonido del saxo. Partiendo de la senda del doom consiguieron absorberme en su particular penumbra psicodelica. Un onírico viaje a las tinieblas nebulosas empapadas de elementos progresivos. Siempre tuve la duda de cómo sonarían sus canciones en vivo tras escucharlos en disco, y en esta ocasión me transmitieron toda su magia. Así se lo comentaba a su cantante y guitarrista tras su actuación, el cual me comentaba que dos semanas antes en Krach am Bach había sido el primer concierto de la gira y se sentían algo tensos, tensión que desapareció en Hoflarm

El festival avanzaba a su final y MONOLORD estaban dispuestos a que lo hiciera por todo lo alto. Había visto a la banda en dos ocasiones este verano, la última hacia solo una semana en SonicBlast y ambas habían sido espectaculares. Y como decimos en España, no hay dos son tres. Contundentes como siempre, pero tratando con cariño las armonías, MONOLORD gravitan actualmente en otra galaxia. Son abanderados del sonido que practican y eso se nota en sus conciertos, unas actuaciones en las que no se guardan nada. La incorporación de Per con la segunda guitarra y algún sintetizador ocasional Aportan un brillo especial a la banda. Así se lo comentaba a Mikka antes de su show. Para alguien como yo que no soy un especial enamorado del doom, tengo que quitarme una vez más el sombrero antes los suecos cheapeau.

Solo nos quedaba el cierre del festival con los australianos BATTLESNAKE. Una de las bandas que me había sorprendido en Freak Valley por su frescura y que en esta ocasión repetía la judga con una actuación en la que la temperatura y la energía alcanzaban altas cotas en la noche alemana.
Con ellos ponía el punto final a cuatro días de música y buenas vibraciones en un festival que cada día me gusta más, tanto por sus line-up como por ese ambiente familiar que hace que te sientas en una burbuja de felicidad. Gracias a Caspar, Reiner y a todo su equipo por hacer realidad esta fiesta comunitaria. Si no conoces el festival, te invito a que pruebes a vivir la experiencia, merece la pena.
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