Crónica: BEARSTONE FESTIVAL 2025

El tour de festivales veraniegos continua y llegaba el momento de dirigirme hacia Croacia para vivir la experiencia del BEAR STONE FESTIVAL. Después de un par de días el lago Bled, en los Alpes Julianos en Eslovenia (que bello lugar), me dirigí hacia la localidad croata de Slunj. Llegué dos días antes del comienzo del festival ya que la hospitalidad de Marin, el artificié del festival, me permitió acampar allí, y así poder recorrer alguna de las maravillas que ofrece el país. A mi llegada uno de los trabajadores del festival llamó a al propio Marin que de inmediato me recibió mostrándome con detalle el lugar y ofreciéndome mi acreditación, así como numerosos tokens para la comida y la bebida. No hay mejor manera de ser recibido. Al entrar al espacio donde se celebra el festival mi primera palabra fue ‘wow’. ¡¡Qué maravilla!! Un lugar idílico con el rio ramificándose entre pequeños saltos de agua y cascadas junto a praderas a su alrededor. Mi primera sorpresa fue comprobar que, a dos días del comienzo del festival, ya estaban ubicados tantos lo servicios como las duchas así como los stands de comida y bebida. Cuidando del medio ambiente con un sistema de compostaje el festival colabora a preservar ese entorno natural tan salvaje. Carpas enormes, bancos, stands para el merchan, y sobre todo unas enormes esculturas y estructuras arropando el segundo escenario ‘jam stage’ Como si hubiera llegado a un templo perdido en la jungla a semejanza de los que hemos tantas veces visto en películas como Indiana Jones, aquel entorno insuperable era perfecto para compaginarlo con el gran cartel que ofrecía el festival. Ciertamente el line-up de la presente edición nada tiene que envidiar a ninguno de los festivales mas famosos de la escena europea. Me tomé la tarde para empaparme de todos los detalles, y cada uno de ellos era más impresionante. La zona de acampada estaba situada a unos 400 metros del recinto y sin duda, aquella pradera que yo vi vacía, era capaz de albergar a un buen numero de visitantes. Existe una segunda zona de acampada, así como un aparcamiento algo mas alejado del recinto para aquellos que solo visitan el festival un día y no usan la zona del campsite. En los alrededores en medio del bosque ladera arriba, me tope con otro recinto en el que se celebra otro festival con una decoración impactante. Nuevas esculturas descomunales y adornos de ensueño, así como un recinto perfectamente acondicionado en una zona en la que se practica deporte de aventura. Es sorprendente encontrarse estos recintos así, alejados por completo de la civilización, curioso, y especial, sin duda. Aproveché la tarde para visitar la localidad de Slunj, a unos diecisiete kilómetros del festival, siendo la localidad más cercana al lugar en el que se celebra el mismo. Allí de nuevo la belleza en formas de mil cascadas y brazos del rio formaban un paisaje más propio de una ciudad de Elfos. Impresionante. Tras ese cúmulo de emociones me retiré en soledad al lugar que la organización me había reservado en la zona de estancia de las bandas, a escaso metros del recinto de concierto. Cayéndome la noche encima y con mi ordenador bajo los árboles escuchando el lento fluir del rio y los grillos, una diminuta luz me sorprendió en la noche. Pero no era una solo, sino varias que cambiaban de lugar y que procedían de un grupo de luciérnagas que me iban a acompañar en la soledad de la noche, un momento fantástico e inusual. El día previo al festival visitaba un lugar increíble a tan solo 45 minutos del recinto del festival. El Parque Nacional de Pretvice, un regalo de la naturaleza para el disfrute de los humanos. Lleno de mil casadas y una gran cantidad de lagos es el ejemplo de lo caprichosa y hermosa que es la naturaleza. A mi regreso ya llegaban los primeros campistas a la zona de acampada. Caras de ilusión por vivir un fin de semana inolvidable. En el recinto los preparativos avanzaban y ya se podía ver multitud de papeleras en el recinto y más cantidad de servicios, todo un ejemplo a seguir. Al caer la noche las pizzas recién salidas del horno cargaban de energía a todo el equipo que continuaba trabajando duramente para ofrecer la mejor versión del festival a sus visitantes. En un ambiente relajado la gente iba llegando al recinto, mientras una banda amenizaba la llegada del personal con una larga jam.

Con la alta temperatura y el rio tentando, muchos se inclinaban por mitigar el calor dándose un buen baño. Colchonetas y flotadores acompañaban este refrescante momento mientras en el jam stage la música fluida de forma espontánea amenizando la espera hasta el comienzo oficial del festival. El evento se podría definir como experiencia completa en la que, con la música como protagonista, el contacto con la naturaleza en un ambiente lúdico hace que el fin de semana en BEAR STONE sea una experiencia inolvidable. Existe un elemento importante, en el recinto no existe conexión a internet ni cobertura de teléfono, por lo que las relaciones interpersonales no se ven afectadas por este objeto que a veces se convierte en algo malévolo. Así mismo los pagos en bares y food-tracks y merchan han de realizarse en efectivo. En definitiva es como una vuelta a los festivales que viví en mi adolescencia en los que las redes sociales y toda la tecnología contemporánea brillan por su ausencia para dejar que las emociones humanas surjan espontáneamente.

MONICA daban el pistoletazo de salida entre efluvios psicodélicos y una irreverencia alternativa. Cuatro jovencísimos chavales que disfrutaban mostrando sus canciones en un mill stage que se iba abarrotando de gente.

Otro trio jovencísimo con el escueto nombre de D. Nos invitaba a viajar a golpe de wah wah y pasajes trascendentales en línea doorsiana. Heavy-psych interesante con ruidos, distorsiones y un potente ritmo, subían la apuesta de la banda anterior. Me resultaron bastante gratificantes con su frescura y actitud en un show que fue mutando de ese espacio flotante a territorios sonoros más pesados.

UMON nos sumían en la oscuridad a ritmo lento con si cantante dirigiendo la mirada al suelo, sus ocasionales lamentos invitaban a un trance con toques psicodélicos entre golpes de doom atmosférico. Un aletargante show con pasajes narrados más propios de una trágica y melancólica puesta en escena.

Finalizando los conciertos en el rustico Mill stage los italianos OREYEON con su Doom borroso y altas dosis de fuzz narcótico. El cuarteto ponía a prueba las cervicales del público con sus riffs rompe cuellos. Poco a poco el mill stage recibía más gente para unirse al zaraceo de cabezas arriba y abajo. Sin sutilezas, el cuarteto ofrecía el mismo sonido que había escuchado en sus discos.

Con el sol desaparecido ya del cañón, el río recuperaba la calma ya que la multitud de bañistas que lo ocupaban las horas previas descansaban ahora en las praderas del recinto. Hay momento para todo en Bearstone, un festival que fluye con varias propuestas para que su público tenga una experiencia completa en la que no solo la música es la protagonista, permite elegir tú momento de sosiego escuchando la música relajadamente en los múltiples bancos repartidos por todo el recinto o en sus amplias praderas.

SAUTRUS aparecían sobre el jam stage para inaugurarlo con la oscuridad de su heavy-rock. Vestidos de negro y con su cantante con sus ojos pintados y una especie de túnica hacía presagiar que las tinieblas llegaban al cañón del río xxxx. Iniciando su show de forma ceremonial… La banda ofrecía una actuación de rock ocultista que era bien recibido por la audiencia. Su actuación concluía con la tierna imagen de su batería con su hija en brazos tras subirse está al escenario.

FROM ANOTHER MOTHER, otros desconocidos para mi, ejecutaban una atractiva combinación de melodías cautivadoras con arrebatos de locura en los que los saltos y cabriolas de su guitarrista hacían que la temperatura del festival subiera. Con ciertas similitudes con King Gizzard & The Lizard Wizard la banda nos brindó una actuación versátil y contundente.

La sorpresa de la noche la tuve con PORTMAN y su psicodelia ensoñadora no carente de fuerza. Sus efluvios lisérgicos me gratificaron poderosamente. Al igual que sus embestidas de riffs poderosos aderezados con unos teclados quiméricos. Puro viaje para dejarse llevar con momentos de coqueteo con el post-rock sin perder su solidez y contundencia. En medio de la actuación una chica subió al escenario acompañando a la banda con su circense colaboración. Mientras las vibraciones floydianas de tonos espaciales iban acercándonos a un espacio de tendencia progresiva con complejos desarrollos instrumentales. El público recibió con agrado está cambiante y magnética propuesta sonora.

La noche avanzaba y THE DARTS eran las encargadas de subir la temperatura en la noche croata. El cuarteto femenino se le veía nervioso antes de saltar al escenario, esa inquietud de pensar ‘es nuestro momento, todo tiene que salir bien’. Poco tardaron en soltarse para arremeter con vibraciones alternativas te tinte garajero y con una puesta en escena a caballo entre The Lords of Altamont y NINA HAGEN. Con su cantante gesticulando, bailando, revolcándose por el suelo e interactuando lograron que la concurrencia bailará esos sonidos vintage tan contagiosos y cabareteros. Entrega total

KILLED A FOX, otros desconocidos para mí, bajan el telón a la jornada con una fusión de riffs pesados, psicodelia y pasajes progresivos bajo un tono alternativo.

El primer día de festival concluía para mi dejando buenas sensaciones, tanto en lo musical como en lo ambiental. El buen sonido de la mayoría de los conciertos y la atractiva luminotecnia en ese espacio incomparable cumplieron con creces mis mejores expectativas. Pero al margen de las cuestiones técnicas y logísticas con unos puestos de comidas y bebidas funcionando con rapidez y sin esperas, la conjunción de elementos ambientales, hacia que mi expectación creciera para el viernes, donde ya veré bandas en el main stage.

VIERNES:

Con un sol de justicia los visitantes de Bear Stone iban despertando con caras de cansancio tras los excesos de la noche anterior. Con los puestos habilitados para el desayuno recibiendo al personal, la mañana fluía con calma. La zona de baño iba recibiendo cada vez más gente equipada con tablas, colchonetas, etc.. haciendo que la espera hasta el comienzo de los conciertos se hiciera más llevadera. La organización me comentaba un cambio en el orden de las bandas por el retraso del vuelo de Monolord desde Suecia, haciendo que el programa variará adelantando la actuación de Graveyard. Con ellos estuve charlando y estaban sorprendidos por el entorno natural en el que se hace el festival. En ese momento aparecieron las chicas de MaidaVale, con las que he estado en numerosos conciertos y al igual que Graveyard, sus caras de sorpresa por la belleza natural se repetían. Me transmitían el temor por si hubiera animales peligrosos en la zona, algo que generó unas risas. Venían hambrientas y las dejé en su intimidad y me dirigí al Mill stage donde ATOMIC MOLD acababan de iniciar su concierto. Con un público reducido en esa temprana hora en la que la climatología invitaba a darse un baño, sus condicionales comenzaban el headbanging al ritmo lento de su Stoner doom humeante. Tras verles varias canciones me retire a comer algo antes de que se iniciará la jornada de bandas en el jam stage.

Allí, DARK TREE BARK iban perfilando su relato psico-progresivo. Con un sonido cristalino, cada instrumento cobraba vida propia creando canciones cohesionadas. La banda tenía dos teclados que unido a las algodonadas melodías vocales conseguían crear una aletargante atmósfera. Para mí, una buena forma de empezar la jornada en el segundo escenario, Aunque la gente se lo tomaba con calma sentados en las zonas de sombras, bañándose o simplemente echándose la siesta en la pradera.

BIZON tocaba en el Mill stage pero no pude verlos ya que cuando me dirigía hacia allí, me tope con los chicos de WEDGE que había tenido un problema con su furgoneta y una de las ruedas estaba suspendida en el arroyo. Tras momentos de agobio por el percance, los miembros de seguridad y de la organización ataron la furgoneta a modo de grúa y entre unos cuentos empujando logramos sacarla de allí no sin antes haber sacado todo el pesado equipo de la banda para que la tarea fuera más fácil. Entre aplausos y sonrisas de alivio el percance quedó en anécdota.

MARCEL GIDOTE’S HOLY CRAB era otra de esas por descubrir. Al igual que la primera banda del jam stage, su sonido amable y ambiental coqueteaba con el jazz. La banda llevaba saxo, flauta y teclados con los que conseguían un sonido sofisticado y progresivo de fácil degustación alejado de la pesadez de otras propuestas

WOLVES OF SATURN fue otra banda que me perdí, pero a cambio pude estar un rato de charla y relax con Brant BJÖRK y Mario Lalli, el cual nos deleitó en el backstage tocando una especie de guitarra-ukelele que no sé su nombre, plasmando hermosas melodías desde la más absoluta sencillez. Cuando hay talento, este fluye en cualquier circunstancia y el bueno de Mario, de eso va sobrado.

Llegaba el turno de WEDGE tras su incidente con la furgoneta. El trio parecía haber olvidado ese angustioso momento y nada más empezar su show la banda iba desgranando sus facetas sonoras. Alternando canciones bailables con otras mucho más psicodélicas iban desarrollando un concierto en el mostraron sus diferentes caras, y lo hicieron con solvencia ante un público que se iba enganchando a ese sonido vintage que tan bien saber tocar. Sus últimas canciones fueron acompañadas del baile de la mayoría de los presentes. Frescos y eficientes a la vez que divertidos, WEDGE triunfaron dejando magníficas sensaciones entre un público que les despidió con una gran ovación.

A ACID ROW los había una semana en Blackdoor Festival donde dieron un show salvaje de geavy-pych y doom con mucho fuzzy intoxicante. Aquí repetían la jugada con sus guitarras y melenas al viento en una actuación en la que se mostraron más doomies que unos días antes. Al menos esa fue mi sensación, pero por la actitud del público su show fue bien recibido, sobre todo por los amantes del headbanging.

Una nueva banda con teclados, violín y saxo, con todo lo que eso implica. CISNIENIE sin una banda más experimental y sus canciones alteraban teclados saxo y violín con un carácter progresivo que por momentos se desbocaba como si de una banda de free jazz se tratará. Estuve un rato viéndolos, pero el sol de la jornada había desaparecido y una gran tormenta descargaba en el cañón del festival. El bochorno era evidente y estábamos ante una tormenta veraniega que en un principio no parecía que fuera a remitir pronto, por lo que la organización retrasaba con buen criterio el comienzo de las chicas de MAIDAVALE.

Las suecas inauguraban el Stone stage arropadas por los visuales de los chicos de Sector7G visuals, que habían regresado al festival con un número equipo desde Berlín. El personal de la organización procedía a vaciar las balsas de agua acumulada en las numerosas carpas para evitar males mayores retrasando a su vez el comienzo de la actuación de MAIDAVALE hasta que la tormenta cesará. El cuarteto sueco sigue evolucionando por esos ritmos kraut que invitan a un suave baile. Consolidadas como una banda sólida iban intercambiando sus últimas canciones con otras de tiempo atrás. Las primeras visuales hacían acto de presencia. Ahora sí se sentía el ambiente de festival al uso con el escenario principal. Sin dispersiones por las distintas ofertas lúdicas, la gente se agolpaba para bailar con el show de las suecas.

Con el recinto a rebosar la leyenda del desierto BRANT BJORK aparecía acompañado del genuino Mario Lalli y el siempre fiable Mike a los tambores. El groovy estaba asegurado para deleie de una audiencia que abarrotaba el Stone stage. Entre un humo persistente que impedía ver con nitidez a los músicos y especialmente los visuales que Sector7G había preparado el californiano y sus compinches cumplieron las expectativas que de ellos se pueden tener. Rock del desierto que te atrapa entre humeantes pasajes. El trio se despedía ante la petición de más canciones de la audiencia, pero el retraso ocasionado por la tormenta había trastocado algo los horarios.

GRAVEYARD tomaban el relevo después de una pausa, tanto en el escenario como con la lluvia que se hacía la remolona para retirarse definitivamente. A ritmo de blues nos amenizaban la espera mientras preparaban el escenario. J.J. Cale siempre es bienvenido para escucharlo de fondo. El cuarteto sueco iniciaba su actuación con esa energía blues de antaño. Ofreciendo su mejor versión, el rock de siempre se alternaba con temas nuevos en contraposición a sus clásicos. Definitivamente en las últimas ocasiones que nos he visto en directo han brillado como lo que son, una magnífica banda. A diferencia de la niebla persistente en el escenario durante la actuación de Brant Björk, ahora las proyecciones realzaban una actuación de altísimo nivel ante un auditorio a rebosar que vibraba con el gran concierto que estábamos viviendo. Estos si son los auténticos GRAVEYARD que todos queremos ver en directo.

MONOLORD tras su retraso en su vuelo cerraban la jornada en el escenario principal. La banda llegaba con la presencia de Per Wiberg, quién con sus teclados y guitarra aportaba brillo al sonido del trío, toda una grtificante sorpresa. Con una colorista puesta en escena gracias a unos visuales que brillaban con vida propia descargaban si poder Doom sin concesiones. Era una de las bandas más esperadas del día y eso se nota con un recinto lleno de fieles seguidores dispuestos a darlo todo con los riffs de los suecos. Con Mika alzando su bajo al cielo y contagiando al público su energía ofrecían un brillante concierto en el que también tenían sitio hechizantes melodías vocales de Thomas. Su solidez está al margen de cualquier duda y salva algún momento en el que sus riffs parecía ir a cámara lenta, su actuación tuvo el brillo suficiente como para que todos quedásemos satisfechos. Posiblemente uno de los mejores conciertos que los he visto a pesar de no ser una de mis bandas favoritas.

Para mí llegaba la hora de la retirada, prescindiendo de ver a las dos últimas bandas que tocaban en el jam stage

SABADO

El sábado amanecía con el cielo cubierto y la incertidumbre sobre la climatología que tendríamos estaba presente. La zona de acampada se encontraba con los estragos de la tormenta en unas tiendas de campaña vestidas del barro generado por el aguacero, pero el festival continuaba con EXTROFT, unos jovencísimos músicos con un cantante chillón que se debatían entre el Stoner doom con pinceladas grunge sin terminar de definir su sonido.

La siguiente banda, AUTO iniciaban los conciertos en el jam stage, entre percusiones y ritmos coloristas. Un trio fresco que desarrollaba sus hipnóticas canciones con compases kraut que te atrampaban acompañados de pasajes exóticos, sintetizadores y hasta una especie de mandolina. Interesante propuesta.

Los austriacos SAVANAH son una banda solvente que merece más reconocimiento y BEAR STONE era una gran oportunidad para ampliar su corte de seguidores. El trio aprovechó la oportunidad con una actuación rugosa y potente en la que contundencia brilló junto a sus momentos nebulosos. Desde luego, los nervios previos que me transmitían su guitarrista Jakob antes de subir al escenario desparecieron tras los primeros headbanging. Destacada la brutalidad de su batería golpeando los parches como si del martillo de Thor se tratará. El trio ofreció su mejor versión en un concierto del agrado de la audiencia.

Continuaba encontrándome conocidos que me sorprendían, uno de ellos Ivgland, el batería de Kanaan que acompañaba a Motorpsycho en esta ocasión… La vida no me daba y tuve que prescindir de ver los conciertos del Mill Stage para no perderme a bandas como los croatas Peglica y Komandos, una banda que tenía ganas de ver en vivo. Ya desde su prueba de sonido percibí que la banda iba a ser de mi agrado. Cinco jóvenes con inquietudes lisérgicas y una puesta en escena austera en la que la música es la protagonista, sin artificios. Entre notas de blues en su sound-check, abrían su actuación a paso lento pero firme por una senda psico-progresiva aderezada con narraciones y voces atormentadas. Con tonos folk, y con una contundente base rítmica abrían el arcoíris estilístico con canciones de hard rock, otras más eclécticas y experimentales, en contraste con los momentos de blus humeante de tendencia doorsiana. Todo un catálogo sónico que les sitúa como una de las bandas más atractivas del festival, la confirmación de que lo que había escuchado en sus discos, en directo se engrandece. Fantásticos, fueron como un imán para un público que bailaba sus canciones y les despedida con aprobación por trabajo bien hecho.

Un nuevo encuentro con los chicos de King Buffalo y de The Vintage Caravan, me impide ver la banda que tocaba en el Mill Stage.

En el mill stage KARKARA, el trio de Toulouse nos trasladaban a oriente con su electrificante psicodelia. Estos chicos desde que irrumpieron en la escena han ido creciendo como banda hasta convertirse en algo con tintes grandiosos. Puede parecer extraño cuando nos deleitan con sus ensoñadores pasajes lisérgicos arropados por su aura mística y exótica, pero sus solos, sus tambores y sus sintetizadores consiguen crear una locura colectiva entre la audiencia. Desconocidos para la mayoría de los asistentes, a partir de ahora formaran parte de la lista de bandas favoritas de muchos, porque estos chicos todavía tienen margen para seguir creciendo hasta convertirse en una banda referente de la psicodelia del medio oriente.

En esta jornada de sábado el escenario principal nos brindaba la oportunidad de ver a una banda fresca que siempre cumple su misión. THE VINTAGE CARAVAN aterrizaban directamente desde su fría Islandia para poner la nota de calor en Bearstone a base de rock de siempre. Ese rock enérgico que tan bien saben tocar con sus canciones himnos que ponían al público a bailar. La banda no tiene programados conciertos este verano, y esta era una oportunidad para descargar su furia y fuerza con ese tono divertido que siempre tienen en sus shows. El trio presentaba un par de canciones que formaran parte de su nuevo álbum, que según me comentaba la banda estaba ya listo para ver la luz a final de año. La reciente paternidad de Oscar complicaba la presencia de la banda en mas conciertos este verano, por lo que habrá que esperar unos meses para verlos de nuevo iniciando una gira de presentación de su nuevo trabajo.

Había llegado el momento de una de mis bandas favoritas, los noruegos MOTORPSYCHO. Solo hacía un par de semanas que les había visto en Freak Valley, donde actuaron con el batería de NEEDLEPOINT brindando el que probablemente haya sido el mejor concierto suyo en el que he estado. En esta ocasión venían acompañado de Ingvald, el batería de KANAAN, con el que pude charlar antes de su actuación. MOTORPSYCHO era una incongnita para muchos de los presentes y su música a veces no resulta fácil de asimilar, pero, como siempre brillaron a un altísimo nivel, como banda curtida en batallas que son. Su actuación fue algo diferente a lo que un servidor a presenciado en conciertos anteriores. Solo 40 minutos fue como un Brunch para ellos, acostumbrados a tocar durante mucho mas tiempo en sus conciertos. De nuevo un show diferente en el que no faltaron algunas de sus mas reconocibles canciones con poco margen para la experimentación. Su sobria actuación corroboró el nivel que atesoran estos geniales de los sonidos psico-progresivos modernos.

KING BUFFALO eran otros de mis favoritos, una banda que hace años se erigió como una de las propuestas mas interesantes dentro de la escena heavy-psych con sus cautivadoras melodías shoegaze. El trio de Rochester se erigían como una de las bandas destacadas del fin de semana con un show experimental arropado por mejores proyecciones de los chicos de Sector 7. Su actuación fue un bálsamo para una audiencia que flotaba entre sus envolventes pasajes adornados por momentos metálicos y una solvencia a prueba de todo. Sin el carácter explosivo de otras bandas, su concierto sirvió para poner la magia en la noche crota.

Dándole la vuelta al tópico de ‘tras la tempestad llega la calma’, A PLACE TO BURY STRANGERS trajeron el estruendo después de las actuaciones de MOTORPSYCHO y KING BUFFALO desatando la locura como solo ellos saben hacer, las guitarras destrozadas y las distorsiones encendieron la espita de la noche con otro concierto loco y enmarañado desatando la euforia de los asistentes. Frenéticos y bien auspiciados por las cambiantes y aturdidoras luces sobre el escenario, su noise convirtió el escenario principal en una bacanal de ruido ensordecedor. Teniendo en cuenta que su música no es de la que mas me motiva y que en los últimos años les he visto unas cuantas veces, antes de que concluyera su actuación me retiré a descansar dejando el auditorio en plena fiesta. Nuevamente la banda se presentaba con una nueva baterista, manteniendo la racha de que nunca les he visto repetir batería en un concierto.

DOMINGO:

Al despertar ya muchos estaban recogiendo sus tiendas para emprender el viaje de vuelta a casa. El ambiente relajado persistía para los que aguantábamos.

THE FLUKES OF SENDINGTON iniciaban los cuatro conciertos que nos deparaba el día. La dispersión del público no impedía que el Mill stage estuviera abarrotado viendo a estos precoces australianos. Rabia alternativa en una banda que está empezando y le pone fuerza a sus canciones

En el jam stage los italianos TONS destilaban su Doom humeante con aroma bong y su sucio sludge de alcantarilla cumpliendo todos los tópicos del género. Voces desagradables, tambores atronadores y los amplificadores a todo volumen. No es algo que me entusiasme, pero la banda cumplió su misión como corroboraba una audiencia que vibraba con su actuación.

El mill stage echaba el cierre con el dúo neozelandés EARTH TONGUE, otra banda con la me he encontrado en multitud de eventos en los últimos años. Su fusión psicodélica con tonos alternativos cumplió las expectativas de una audiencia que se divertía con su enérgica actuación.

Llegaba la hora del final, y los húngaros LAZARVS, otros desconocidos para mí, solventaban la papeleta graduándose con honores en lo que mejor saber hacer. Su potente sonido, sus riffs metálicos y una actitud ante la audiencia ciertamente salvaje, hacía que la locura se desatara con su poderosa actuación. Pogos, crowdsurfing y una fiesta por todo lo alto ponía el cierre a un fin de semana repleto de buenos momentos que quedarán en mi corazón para siempre.

Después de cinco días instalado en el cañón del rio Mrežnice mi primera parte del tour de veraniego de festivales llegaba a su fin con un montón de buenos recuerdos. La experiencia vivida en BEARSTONE ha sido una de las mejores de los últimos tiempos, un festival diferente, en el que todo sucede con calma y en el que no faltan momentos intensos. La diversidad de posibilidades que te ofrece el recinto y la vocación de la organización por ofrecer una experiencia completa a sus asistentes hace del festival un punto marcado para muchos, un lugar que en los próximos años va  a recibir a un ejército de rockeros con ganas de pasárselo bien, porque allí todo está preparado para el gozo de sus invitados. Con el personal de la organización desmontando los escenarios, al final de la tarde me pude dar una vuelta por ese maravilloso recinto vacío asimilando todo lo vivido en estos días. Fue como ese recorrido que el ganador de Gran Hermano hace cuando recorre la casa en la que estuvo encerrado durante semanas en soledad y que ahora ha dejado de lado el bullicio para que regrese la calma y sea el ruido del ruido y el canto de lo pájaros los únicos protagonistas, un emotivo y reflexivo momento en el que se me agolpaban los pequeños y grandes momentos vividos en mi visita al festival croata.  Mis expectativas eran muy altas antes de venir aquí, pero después de estos días puedo decir, que incluso mis más optimistas previsiones fueron superadas. Un line-up a la altura del mejor de los festivales, un recinto insuperable, una organización que cuida de sus invitados haciendo de su estancia una experiencia inolvidable, y el cariño recibido por todos los que allí trabajan, con especial mención a Marin, su organizador, convierten a BEARSTONE FESTIVAL en uno de mis nuevos festivales favoritos. Gracias por todo y… hasta el año próximo. El propio Marin, me comentaba con emoción que esta había la mejor edición del festival desde su nacimiento, tanto en lo musical, como en lo personal, y aunque yo no he estado en las ediciones precedentes, puedo corroborar que la edición 2025 del festival croata fue mágica y alucinante, ¡¡Enhorabuena!!! Y.. nos vemos el año próximo!.

Ahora toca la vuelta a casa después de haber conducido mas de 6.500 kilómetros recorriendo la geografía europea en busca de los mejores festivales de la escena psicodélica y stoner. Pero la cosa no acaba aquí, porque todavía queda la segunda parte de este road-trip festivalero. ¡¡Nos vemos en los festivales!!

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