‘THE THIRD COMING’, el estimulante y frenético tercer álbum salido del laboratorio de los alquimistas ácidos de Oporto MADMESS es una auténtica bacanal de sonidos lisérgicos vintage que harán que tu cabeza estalle. Canciones con unas estructuras similares en las que la banda golpea en su primera mitad con su particular espiral psicotrópica, así como con la crudeza del rock ácido y el proto-metal de los setenta, para tras una sucesión de giros y cambios de ritmos, postrarnos ante bellos pasajes de borboteante psicodelia narcótica tomándose a modo de respiro, antes de afrontar la etapa final con espiral psicodélica imposibles. Si bien esta estructura parece evidente, MADMESS lo hace con la capacidad de sorprender al oyente con trucos y cambios de guion inesperados con un sonido crudo, difuso nacido de cualquier laboratorio de L.S.D. Imponiendo un frenético ritmo a sus canciones y venerando el rock más crudo y primitivo de los 70’s, plasman su distintiva huella psicodélica con la icónica guitarra de ritmo sacerdotal que combina fuzz y wah wah, la vibra atemporal del rock clásico creando canciones de puro rock. Ese rock irreverente y sin complejos que tanto nos gusta, y que hace que nuestra cabeza explote. Siempre dinámicos y electrizantes, estos chicos que crean vibrantes y salvajes canciones de vocación 70’s en las que tanto la psicodelia pesada, como el proto-metal son su principal argumento. Pero la cosa no acaba ahí, ya que también saber poner la pausa con ensoñadoras y bellas canciones en el su sonido flotante gravita sobre nuestros sentido. Está claro que los portugueses siguen labrando su reputación a base de buenas canciones que se convierten en una emocionante aventura en la que expandir nuestra mente a dimensiones desconocidas, y lo hacen insertando también, sonidos que a muchos les resultarán familiares.
MADMESS son: Ricardo Sampaio (guitarra y voz), Vasco Vancocelos (bajo), Pedro Cruz (batería), acompañados por Marco Lima en teclados y sintetizadores.
«THE THIRD COMING» está disponible a través de Glory Or Death Records (EE. UU.), Kozmik Artifactz (UE)
Entre melodías psicodélicas el espíritu Zeppelin se asoma por momentos en ‘Death by Atonishment’ . Una frenética canción guiada por una guitarra insolente y un ritmo diabólico de batería cubiertos de una atmósfera vintage. Hard rock ácido ejecutado a gran velocidad que solo cede para tomar impulso entre bellos paisajes psicodélicos. Ese impulso tras la pausa lleva al trio a deleitarse con oscuros riffs ácido a caballo entre Sabbath y Hendrix en una auténtica bacanal psicotrópica.
La humeante y vintage ‘Windowmaker’ conjuga la crudeza del proto-metal, con la acidez de la psicodelia pesada y el heavy blues bajo un tono retro que te volará la cabeza. Su sucio sonido y su vibrante ritmo reflejan el ambiente más loco del rock de los 70’s en una pista divertida, cruda, y alucinógena a partes iguales. Esta sudorosa canción también nos regla momentos para la pausa con narcóticos pasajes antes de su estruendoso final.
A través de arenosos riffs Stoner ‘Velvet Nebula’ presenta un sonido más contemporáneo al que MADMESS le echa el suficiente picante ácido para que la pista nos arrolle en una espiral heavy-psych alucinante. Siempre frenéticos en sus composiciones, el fuzz logra nublar la atmósfera impregnándola de sustancias cannábicas hasta conseguir su objetivo, narcotizar al oyente con su sonido con una particular montaña rusa de vibraciones pesada y psicodélicas.
El torbellino portugués traspasa el umbral a una nueva dimensión sensorial con la narcótica ‘Endless Cycles’. Describiendo un tapiz sonoro lleno de belleza, los acordes nos susurran suavemente en un mar de ecos expansivos ejecutados con sumo sentimiento. Una canción para cerrar los ojos y dejarse llevar por hermosos pasajes de acolchada y colorista psicodelia rebosante de hermosura. En esta ocasión la banda parece tomarse un respiro y dejar de lado su vendaval psicotrópico pesado para lograr una pista amable y sumamente envolvente.
Sin hacer prisioneros,’Burnt!’ palpita briosa entre guitarras ácidas y ritmos contagiosos que van penetrando en el oyente en una evolución a un estadio más pesado y vintage. Como si fuera una loca, las constantes idas y venidas consiguen tener una aparente coherencia situándonos en diferentes escenarios constantemente. Así consiguen una pista alocada y caótica que en un nuevo giro inesperado se desliza por un espacio casi psico-progresivo antes de su embestida final.
A caballo de un indómito corcel de proto-metal setentero ‘Hazy Morning’ nos devuelve a los salvajes sonidos primitivos de los 70’s. Sin ningún tipo de complejos la versión más briosa del trio aparece sin ningún pudor. Su orgánico sonido y los constantes conejos salidos de la chistera complementan otra nueva orgía de sonidos ácidos turbando nuestros sentidos arrastrándonos en otro aplastante frenesí vintage.
Los ritmos kraut de ‘Sauerkraut’ ponen el cierre al álbum con un nuevo frenesí sonoro en un espacio cósmico. El inquebrantable ritmo marca la ruta mientras la guitarra sortea las adversidades de la travesía. Esta odisea sideral conjuga a la perfección la esencia heavy-psych del trío con un espíritu más propio de la kosmiche music alemana de los 70’s. Reverberaciones, efectos y tambores infalibles completan un álbum excepcional.
