El segundo álbum del trio alemán, contiene siete canciones instrumentales que se desarrollan en un paisaje sonoro en el que la psicodelia de bandas como Colour Haze, King Buffalo, Naxatras, Rotor o Elder, gravita sobre nuestras cabezas. ‘BEYOND BORDERS OF TIME’ nos ofrece canciones envueltas en un elixir mágico para embriagar al oyente a través de atmosferas inmersivas con las que, paradójicamente consiguen expandir la mente de este. Siempre atravesando ese umbral custodiado por una puerta mágica que nos traslada a un mundo asombroso y repleto de fascinantes sensaciones, este álbum es la consagración de una banda que había permanecido demasiado tiempo en silencio. Complejos y frescos a partes iguales, estos psiconautas muestran una gran madurez creativa respecto a su álbum debut. Han pasado cinco años de la publicación de ‘Mind Maze’, algo que se nota en la complejidad de unas canciones que llevan tiempo fraguándose, y que por fin ven la luz, para gozo de cualquier amante de los sonidos más ‘viajeros’. Las bandas instrumentales siempre cuentan con un hándicap para atrapar a una mayor audiencia, no todo el mundo entra en este tipo de álbumes, pero como digo siempre, lo mejor es abrir la mente y dejarte llevar, y este álbum y una magnífica oportunidad para hacerlo. Siete canciones estelares nos esperan para invitar al oyente a un viaje rebosante de gratificantes experiencias sensoriales, porque PYRAMID, con sus instrumentos, son capaces de hacer esto posible, ¡transmitir!. Ellos nos llevan a un mundo etéreo en el que la belleza infinita está a nuestra disposición. Las palabras sobran, teniendo por delante mas de media hora de la mejor psicodelia que puedes encontrar, porque PYRAMID, pasan las fronteras del tiempo, para relajar nuestros sentidos con sus increíbles y hermosas canciones. ‘BEYOND BORDERS OF TIME’ es un álbum mágico, un álbum que te atrapa, y que tienes disponible vía Subsound Records. .
La lenta y cadente introducción de ‘The Medicine Man’ nos pone de inmediato en este viaje sensorial. Lentamente la línea de bajo va taladrando nuestras neuronas con su hipnótico ritmo. En una encrucijada en la que se unen Colour Haze, King Buffalo y Naxatras, el corte avanza entre borbotones de psicotrópicos con una estructura que se repite y evoluciona lentamente mutando su aspecto. Un par de minutos después la banda nos ha atrapado en su particular mundo lisérgico. Como si hubiéramos atravesado un umbral sensorial la pista reposa en apacibles melodías rebosantes de hermosas fragancias. Una ondulante travesía que traspasa tortuosos entornos en los que todo se vuelve mas agreste. Aquí es donde afloran los genes Stoner de estos chicos. Sin duda una magnífica carta de presentación que marca el devenir de lo que nos encontraremos en las siguientes canciones.
Sin desviarse del camino, pero tomando un atajo, ‘Sunbeam’ mantiene el tipo con un ritmo pegadizo y una guitarra que revolotea en solos constantes ofreciendo su mejor versión. Tonos exóticos y un cierto carácter progresivo colorean una pista alegre y colorista que transmite optimismo. De nuevo el corte frena para atravesar ese umbral a lo mágico. Un Jardín del Edén se muestra ante el oyente con magnético y suaves acordes llenos de magnetismo. Demostrando que PYRAMID le gusta sorprender al oyente, en cada una de sus jams ofrecen giros inesperados que hacen que lo comenzó con un propósito, se ve alterado constantemente. Así, en la parte final, la pesadez hace acto de presencia en manos de unos rugosos y plomizos riffs Stoner de inclinación doom.
‘Fainting’ nace de un inquietante entorno en el que el misterio se palpa. Sigiloso en su avance, el corte crea una atmósfera turbadora que lentamente nos introduce en una sima oscura y tenebrosa. Pasados esos dos primeros minutos que el trio se toma para hacer arrancar sus canciones, la densa neblina se cierne sobre nosotros con amenazadores pasajes psycho-doom de tonos casi ocultistas. El relato muta con una poderoso y crujiente línea de bajo que arrastra la pista a un curioso entorno en el que la psicodélica exótica hace acto de presencia. Un escenario en el que el bajo taladra nuestras neuronas con su aturdidor sonido, mientras la guitarra explora vías mas lisérgicas.
Desde un espacio sideral ‘Petrichor’ pone la nota futurista con sus hipnóticos ritmos cósmicos. En esta ocasión PYRAMID se asoman a las laderas de la kosmik musike incorporando unos sintetizadores que marcan el carácter espacial de una pista de escasos dos minutos.
Ese interludio parece marcar un giro en el devenir del álbum tal y como muestra ‘Solar flare’. Un corte acolchado sobre un tono futurista en el que la guitarra y los sintetizadores parecen entablar una particular contienda por llevar el peso del corte. Sin salirse de los entornos psicodélicos, la pista tiene elementos espaciales de inclinación progresiva que se manifiestan con sutileza. Una vez mas hacen falta dos minutos para situarnos en un apacible espacio de gran hermosura. Una canción amable con buenos solos de guitarra y suficiente cuerpo, como para cautivarnos con sus bellos momentos sonoros. Cercanos al sonido del último trabajo de Naxatras, PYRAMID, amplía sus horizontes compositivos en busca de nuevos alicientes para enriquecer su sonido.
‘Krypta’ opta por la vía directa con gruesos pero cautivadores riffs llenos de magnetismo. Guiado por unos fuertes tambores, el corte golpea con fuerza por la senda rocosa de una banda que nació poniendo su mirada en el Stoner y en la psicodelia pesada. Recordándome a Rotor en esta ocasión, la pista a pesar de ser cruda y pesada también contiene elementos psicotrópicos envueltos en sus crujientes y aterradores riffs.
Sin darnos cuenta, llegamos al corte de cierre. ‘Prototype’ pone el epílogo a este maravilloso álbum con magnéticos acordes empapados en dietilamida. Narcótico, onírico, y sumamente lisérgico, el corte contiene maravillosos paisajes sonoros de una embriagadora psicodelia aromática. Sus hermosas y balsámicas melodías parecen contonearse sensualmente en una bella ceremonia ritual. Un fastuoso corte multicolor desarrollado en una balsámica atmósfera con un poder magnético sobre el oyente. Una forma fascinante de cerrar un álbum que dará que hablar en la escena heavy-psych.