Con tan solo un EP previo, el trio australiano FUZZ MEADOWS irrumpe en la escena para mostrar al mundo su buen hacer en el campo de la psicodelia pesada instrumental con su álbum debut ‘ORANGE SUNSHINE’. Con una identidad propia, pero manteniéndose fieles a determinados estándares de la escena psicodélica, nos presenta cuatro largas canciones que surfean entre olas heavy-psych, corrientes post-rock y abismos stoner. Marcados por una narrativa cinematográfica, sus canciones psicodélicas no necesitan voces para seducir al oyente a su particular mundo onírico. Un entorno en el que las fragancias lisérgicas nos aportan agradables aromas con los que consiguen embriagar al oyente, proporcionándole un placentero viaje sonoro. Si tenemos en cuenta que las canciones nacen de horas de intercambio de riffs hasta la madrugada, podrás entender el verdadero espíritu de unas canciones creadas desde la libertad y la improvisación. FUZZ MEADOWS consiguen el equilibrio entre los aterciopelados pasajes ensoñadores y la rugosidad de alguno de sus riffs. Por si esto no fuera suficiente, aportan dosis de elegancia con sus narrativos pasajes post-rock, contrarrestando la firmeza de sus estremecedores golpes de metal, una fuente devastadora de energía en el lado opuesto de la balanza de su suave psicodelia aromatizada.
‘ORANGE SUNSHINE’ está disponible Copper Feast Records.

El álbum abre con los tonos trascendentales de ‘You Are The Void’. Un espacio heavy-psych con el que los australianos nos introducen en su particular bosque lisérgico. Riffs con mucho gancho nos empujan a un entorno de vibraciones pesadas en vueltas en nebulosas psicodélicas. La embestida inicial deja paso a susurrantes acordes que nos van guiando por un insondable espacio psicotrópico. El hábitat en el que FUZZ MEADOWS se desenvuelve con suma soltura. Inmersos ya en su narrativa, nos encontramos pausados acordes que miran de reojo a territorios post-rock. Un terreno fértil en las antípodas y en el que los miembros de la banda se desenvuelven con soltura como ya hemos comprobado en sus trabajos previos con bandas como The Black Heart Death Cult. Ensoñadores pasajes con solos infinitos y una instrumentación tormentosa, que va mutando en su intensidad a lo largo de un tema con espíritu de jam. Un cadente bajo pone la pausa con parsimonioso pero profundos acordes antes de la partida a exóticos lugares sonoros. Siguiendo los esquemas tradicionales del post-rock, el trio flirtea con monumentales desarrollos y con golpes de pesadez Stoner.
Asentados en esos insondables entornos psicodélicos, ‘Reach’ avanza lentamente por un calmado espacio en el que la psicodelia aromatizada va tejiendo otro fascinante tema. Tomándose su tiempo para arrancar, la guitarra se desdobla custodiada por briosos tambores. Casi susurrante el tema contiene explosiones de riffs plomizos que golpean rompiendo ese fascinante escenario de calma. Si bien el tema se desarrolla sobre un espíritu netamente psicodélico, los guiños al post-rock aparecen para enriquecer la canción modulando su sonido. El tema abandona las sutilezas para mostrar un sonido rugoso y lleno de aristas sin perder su espíritu psicotrópico.
‘Orange sunshine’ nos invita a un paseo por el particular mundo onírico deFUZZ MEADOWS. Manteniendo su espíritu sosegado, el tema contiene incrustaciones más virulentas en forma de riffs que golpean con toda su fuerza. En esta mutación, las vibraciones post-rock aparecen para cambiar el rumbo hacia un insoluble espacio sensorial en el que expandir nuestra mente para dejarnos llevar por este sugerente viaje a lo desconocido. Un tormentoso y virulento transito que rompe la barrera sensorial para tirar los muros de este gratificante y relajante entorno en el que disfrutar del relax.
Con un sonido más pesado ‘Death echo’ nos saca momentáneamente del trance anterior con fuertes riffs tormentosos. Todo un espejismo inicial, ya que el tema hace descender su intensidad para dejarse llevar por una bacanal de psicodelia pesada con muchas bifurcaciones en el camino. EL trio no se encasilla en los cánones del género, sino que combina con gran acierto pasajes de gruesos sonidos con momentos en los que su música se relaja para abrir al oyente a su particular hábitat. Toda una montaña rusa de emociones en la que los australianos coquetean tanto con el post-rock como con el Stoner. En cualquier caso, tanto en un estilo como el otro, lo hacen con suma habilidad para que el corte tenga continuidad. ‘Benji’ cierra el álbum con catorce minutos de fragante psicodelia expansiva. Con un sonido atmosférico, el constante zumbido del tema nos hace transitar por misteriosos pasajes de psicodelia pesada llenos de belleza. Firme en su base rítmica, pero ensoñador en sus desarrollos instrumentales el tema pasa por distintas fases en su hechizante transitar. Desde momentos silenciosos hasta pasajes de gran monumentalidad, FUZZ MEADOWS va tejiendo sin prisa una canción con muchos alicientes para el oyente. Serpenteando entre meandros coloristas, el tema pasa por abruptos caminos en los que su fuerza intrínseca se abre paso sin miramientos. Pero también dejando paso a fascinantes momentos con los que consiguen atrapar al oyente en un gratificante viaje sensorial.
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