Reseña: LIQUID MAZE.- ‘Snake Jazz’

Cinco años después de la publicación de su debut, la banda austriaca LIQUID MAZE, publica su segundo ‘SNAKE JAZZ’. Cinco amigos apasionados por todo tipo de música que funden sus influencias en canciones pesadas, melódicas y originales llenas de detalles y el deseo de escribir la mejor música que puedan escribir … Encerrados durante una semana en un viejo cine de Allentsteig para dejar fluir sus jugos creativos crearon este fantástico álbum . Grabando sus pistas en vivo, con un mínimo de overdubs, han plasmado todo su amor por la música con sangre, sudor y lágrimas. Sin conocer previamente a la banda, me sumerjo en su escucha complemente virgen, sin saber muy bien que me voy a encontrar, pero, tras escuchar los primeros acordes de la primera canción, sabía que este era un álbum para mí. Un álbum para mí y para todos los amantes de la psicodelia, el rock progresivo de los 70’s y el hard-rock stonerizado. Así deambulan sus canciones, en atmósferas cambiantes en las que la intensidad y pesadez van oscilando con constantes cambios. Un álbum tan versátil que en élpuedes encontrar momentos mas propios de The Black Keys, pasajes The Doors, desarrollos en pura vena King Crimson, así como fascinantes riffs retro con narcóticas descargas de fuzz arenoso. Sus canciones se desarrollan entre fascinantes arreglos que hacen que cada una de ellas tenga vida propia, ofreciendo siempre un aliciente que sorprende al oyente. Se nota que aquí se han cuidados los detalles, lo que hace que sus composiciones resulten muy atrayentes. Con un predominante aroma vintage, los temas derrochan fuerza, pero también ofrecen buenas melodías, así como lisergicos pasajes de guitarra. Sus cinco temas finalmente saben a poco, porque la calidad que tienen, nos dejan con ganas de mas, algo, que siempre confirma su gran calidad.

LIQUID MAZE son: Gerald Gimpl (bajo), Sebastian Hödlmoser (batería), Domenic Schleinzer (voz solista y guitarra), Oliver Hacker (teclados y voces) y
Lukas Sukal (bajo y coros). ‘SNAKE JAZZ’ fue mezclado por Sebastian Hödlmoser en  bassteaaudio.com, y masterizado por Alexander Lausch  listencareful.com

‘Mother’s Pie’ abre el álbum a golpe de riff retro con ritmos stonerizados. . El penetrante sonido del órgano en segundo plano aporta la nota vintage a un vigoroso tema. Espirales de fuzz que decaen en narcóticos pasajes psicodélicos con un cierto aroma doorsiano. En menos de dos minutos la banda nos muestra dos registros diferentes lo cual ya es toda una sorpresa. El tema prosigue manteniendo una estructura ondulante, con momentos de hard rock vibrante y otros en los que el blues ácido llena de humo intoxicante la atmósfera. Una voz atormentada y llena de garra arrastra la canción a un escenario más tempestuoso. Los constantes cambios de ritmo, entre parones y arrancadas, la canción sigue desarrollándose en un ambiento netamente 70’s.

Nuevamente los riffs retro sirven para introducir el siguiente tema, ‘Working men’. La canción relata lo que sucede cuando su amplificador de guitarra se apaga durante la grabación y su cantante y guitarrista, Domenic Schleinzer, tiene que conducir por toda la Baja Austria para conseguir uno para reemplazarlo. Bajo un registro más propio de The Black Keys, la psicodelia y el blues salen de las entrañas de los austriacos. Incluso con alguna leve incursión progresiva, la calma tensa evita que la canción se desmelene en exceso. Un estribillo impactante y unos coros pegadizos ponen la nota de color bajo un aura lisérgica. Pasajes de guitarra llenos de acidez conviviendo con el cálido sonido del órgano logran llevar al tema a los momentos de gran esplendor. Una canción bien trabajada que finalmente obtiene los resultados.

‘Dancehall’ se erige como el tema mas largo del álbum con sus cerca de ocho minutos. Cadentes acordes heavy-psych nos sumergen en una atmósfera narcótica entre estimulantes desarrollos instrumentales. Evolucionando en su intensidad, el corte conjuga su innato carácter psicodélico con pinceladas de hard- progresivo. En la parte central la peculiar voz cambia la fisonomía del corte haciendo que explote en una locura de percusión, sintetizadores vocales. Capturando la esencia de los riffs Stoner, el tema combina con acierto distintos estilos para crear un ‘todo’ fascinante. Tras una bacanal de abrumadores sonidos, el corte decae en una pradera psico-progresiva con suaves acordes y un ritmo cadente y susurrante. Melodías de gran belleza aparecen en este nuevo meandro del camino para ofrecer su faceta más sensual con silbidos haciendo de aterciopelados coros que terminan por disiparse en la lejanía. Sublime.

Si alguna vez necesitas una banda sonora para secuestrar un barco, los austriacos nos proponen ‘Pirates of the Amphibia’. Partiendo de una atmósfera misteriosa, el tema borbotea sigilosamente entre efectos y tambores que se aceleran. Con su motor rítmico a toda maquina, el tema conjuga un espacio progresivo con riffs hard algo que parece advertir un corte pesado. Nuevamente la banda nos sorprende cambiando el registro y descendiendo a un espacio más propio de King Crimson para seducirnos con bellas y suaves melodías. Voz y teclados como protagonistas de corte lleno de sentimiento y cierta melancolía. Con un sonido que bien podría llegar de los 70’s dan el salto al siglo XXI con sus atronadores tambores y una guitarra que stoneriza en su sonido. Las incesantes oscilaciones que LIQUID MAZE dotan a sus canciones, hace que cada una de ellas tenga vida propia. Siempre ofreciendo un aliciente al oyente para sorprenderle en todo momento. La conjunción de rock progresivo, hrd, Stoner y esos sonidos vintage, cobra una nueva dimensión en esta canción.

El álbum cierra en una atmosfera tenue con pausados acordes de piano y una sugerente y cálida voz como introducción a ‘Reincarnation’. Otro tema oscuro en el que se refleja un gran trabajo compositivo. Su vaporoso y misterioso sonido usa esos momentos progresivos que contenían los temas precedentes. Efectos, teclados y guitarras afiladas tratan de aflorar en una nebulosa sónica en la que todo parece volverse borroso. Voces que emulan a Herman Hess, armonías en distintos planos y una percusión que augura el paso a un nuevo espacio sonoro. Un corte más temperamental que se recuesta en pasajes más psicodélicos manteniendo la tensión con destreza. Seguramente el corte mas experimental de todo el álbum.

Liquid Maze

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