
El prolífico trio alemán compuesto por Klaus Friedrich (bajo y voz), Daniel Sax (batería) y Marcin Morawski (guitarra) nos presentó el pasado 30 de marzo su nuevo trabajo «IN SEARCH OF OUTER SPACE», cerrando la trilogía iniciada con sus dos discos precedentes.
Con una hoja de ruta bien marcada, y un esquema similar en la mayoría de sus temas, desarrollan jams espaciales en lo que es todo un caleidoscopio sonoro lleno de efectos fuzz de los que tanto nos gustan.
Así las cosas, la primera de las jams, «Jabberwocky» nos enseña un tortuoso camino con una instrumentación bien definida. La base rítmica cede su fuerza para esa odisea hacia los desconcido en ese viaje intergaláctico. La instrospección de determinados pasajes en la parte central del corte, crea una atmósfera de paz y relax en esa búsqueda. Los alemanes consiguen como si un hipnotista se tratará llevarnos por el camino que pretenden, quedando a merced de su mandato. Interminables solos espaciales nos meten en un agujero negro del que dificilmente podemos escapar. Las voces en aleman consiguen un tono especial sin salirse de un guión prefijado y mecánico.
«Narcotic Vortex» cede más protagonismo a las distorsiones de bajo. aunque el tema y todo el disco, vivin en difusos terrenos, en esta ocasión rozan por momentos territorios más proios del doom. Tras ese muro, las sucesión de acordes de guitarra a bajo volumen para transitar por la ingravidez. La gordura del sonido aparece en el momento de sortean un nuevo obstáculo. una vez caida la fortaleza el trio experimenta sonidos aparentemente imporvisados. Es como si los músicos unieran sus fuerzas para afrontar la abversidad y una vez vencida ésta,. dejarse llevar .
Ecos floydianos aparecen en el tema más purificador y relajante, «Purification». (nunca estuve mejor escojido un nombre).
COSMIC FALL, se define como una formación psicodélica, y evidentemente lo es. «Lumberjam» posiblemente sea donde la acidez quede mejor plasmada en una jam en la que los pedales y los rasgueos campan a sus anchas. Con una bateria y bajo que van en un punto entre el trote y el galope, sobre brisa blues en el horizonte.
Si algo caracteriza a los berlineses, es la facilidad para ejecutar jams. «Spacejam», hace que levitemos en ese espacio exterior que buscan. A pesar de las interminables distorsiones, la nitidez de la instrumentación es brutal.
En el cierre, «Icarus» toma elementos de COLOUR HAZE dejando el protagonismo a los desarrollos de Markin. Otro tema con voces mesiánicas con reververación narcótica. Suaves y elegantes pasajes que se tornan difusos y espesos.
El disco será publicado en vinilo el próximo 30 de mayo.