Reseña: THE FUR.- ‘Sonntag’

¿Quieres hacer un placentero viaje a los confines de la psicodelia cósmica y dejar que tu mente vuele? Si la respuesta es SI, estás en el lugar correcto. Ya me había olvidado de los maravillosos sonidos expansivos de THE FUR, la banda instrumental belga que hace siete años nos presentaba un fantástico debut, en el que la psicodelia espacial alcazaba cotas sublimes. Ahora el cuarteto publica su segundo álbum ‘SONNTAG’. Un nuevo viaje sensorial a través de lejanas galaxias con un paisaje sonoro exquisito, nebuloso y completamente magnético. El álbum cuenta la historia sobre el origen del universo y todo el caos que lo acompañó (algo, que reflejan con acierto). A medida que el tiempo trae orden y equilibrio gradualmente, la humanidad hizo su introducción. Trajeron de vuelta el caos a través de varios rituales y finalmente reiniciaron el ciclo de nuevo. Con esta premisa, cada canción nos ofrece una narrativa distinta, con preciosos momentos de psicodelia balsámica, atormentados descensos a territorios mas hostiles en los que el Stoner y en algún momento casi el doom hacen acto de presencia. Pero, sobre todo, ‘SONNTAG’ es un trance sonoro en el que la mejor psicodelia del siglo XXI se muestra ante nosotros a través de mas de 40 minutos mágicos y cautivadores. Ritmos kraut se conjugan con exóticos aromas para seducir al oyente con bellas melodías, que se modulan tornándose más ácidas o pesadas. Mostrando a cuatro músicos en plenitud, y con un sonido nítido en los pasajes más balsámicos, y mucho más difuso en los momentos cósmicos estamos ante un viaje sin retorno hacia un big-bang en el todo parece transformarse. Si la base de todas las canciones es la psicodelia pesada de tintes cósmicos, en ellas, encontramos también contundentes pasajes de puro Stoner arenoso, de ensoñadora psicodelia oriental, del desert-rock más ambiental, así como de la elegancia del post-rock. Todo fusionado con solvencia en un envoltorio cósmico propulsado por enérgico fuzz narcótico. No estoy seguro si es la emoción de poder escuchar un nuevo álbum de THE FUR, o la calidad de sus canciones, pero ‘SONNTAG’ me ha sorprendido gratamente por la calidad de sus composiciones y por la forma en la que la banda consigue hacer partícipe al oyente de su narrativa. ¡Sobresaliente!!

Proveniente de Bélgica, este trío de instrumentistas alucinantes se ha inspirado en el movimiento de libertad, amor y paz de los psicodélicos años 60. Jams expansivos, arremolinados, llenos de wah y un zumbido profundo, uno no puede evitar sentir que su mente se aleja de la realidad con solo escuchar a The Fur explorar cada límite de su cautivador sonido. Abróchate el cinturón y prepárate para un viaje cósmico de amor, paz y armonía, mientras The Fur te lanza a la frontera psicodélica.

El nuevo álbum Sonntag ve a la banda sumergirse más profundamente en el pozo del subconsciente. Cada canción un viaje dentro de un viaje. Sonntag cuenta la historia sobre el origen del universo y todo el caos que lo acompañó. A medida que el tiempo trae orden y equilibrio gradualmente, la humanidad hizo su introducción. Trajeron de vuelta el caos a través de varios rituales y finalmente reiniciaron el ciclo de nuevo

THE FUR son:

Bajo: Erik Burgelman
Batería: Elias Piens
Guitarra: Jens Verslijcken
Sintetizador: Lionel Schrevens

‘Sagan’ se sumerge en un espacio de psicodelia pesada con gran hipnotismo. Lentos y profundos acordes desprenden sutileza en contraposición al turbador sonido del bajo en un segundo plano. Creando una densa atmósfera el tema rezuma psicotrópicos en cada acorde. Un entorno cósmico que consigue atrapar al oyente entre locuciones misteriosas y seductoras. Bellas melodías se superponen en una tupida instrumentación impregnada de alucinógenos. Sus nueve minutos permite que THE FUR explore territorios más propios del Stoner con un sonido más grueso, pero no menos hechizante. Una travesía sonora que atraviesa distintos escenarios y que culmina en pasajes de psicodelia aromatizada en la frontera con el territorio del post-rock. Un corte impactante, con un gran trabajo de guitarra, bajo, batería y sintetizadores sonando como una orquesta. El tema, rápidamente me conquista y me deja con ganas de descubrir lo que vendrá en las siguientes canciones.  

En un tono más kraut, ‘OSB’ combina las vibraciones cósmicas con ritmos más dinámicos y floreados pasajes de guitarra. Un aroma exótico se percibe en un tema luminoso y fresco en el que la guitarra toma formas casi de surf.  No faltan las arrancadas de fuerza con turbios y pesados riffs cargados de fuzz. Serpenteante, el tema va cogiendo intensidad ofreciendo un sonido más difuso y potente. De nuevo esa locución futurista de una sensual voz, da paso a momentos más inquietantes en los que la banda aprieta tanto con la psicodelia pesada, que llega a coquetear con momentos doom. Siempre de una forma sutil, atrapando al oyente.

‘Reesmasjien’ es un viaje sensorial a través de floridos bosques infectados de setas mágicas abriendo sus esporas para narcotizarnos con su dietilamida. Psicotrópico hasta las trancas, todo un viaje astral nos transporta a otra dimensión. Ácido, hipnótico, pesado y completamente atrayente, en el tema, la banda se deja llevar por sus instintos más lisérgicos proporcionándonos un intenso y gratificante ‘viaje’ a través de la inmensidad del cosmos.

En un tono más suave, ‘Shake’ nos devuelve a un entorno más terrenal. Calmado pero dinámico, el tema toma algún elemento cinematográfico en línea Yawnning Man. Dos minutos desérticos a modo de interludio hacen que el sonido de los belgas mute, sin perder su esencia.

Una trepidante apertura de tintes cósmicos nos introduce en ‘Bake’. Otro tema pesado, difuso y completamente psicotrópico. Sus ritmos krauts y la sucesión de efectos perturbadores lo convierten en un hijo bastardo del legado de Hawkwind. Un frenesí cósmico que nos lanza al espacio exterior. Insertando ocasionales voces perturbadoras, el tema avanza a la velocidad de la luz hacia quien sabe dónde.  Toda una bacanal de turbios sonidos psicodélicos empapados en fuzz.

‘Mirage’ cambia el ritmo para ofrecernos otro viaje sensorial a través de floridos y bellos entornos psicodélicos. Delicadas melodías bien ejecutadas nos asaltan para proporcionarnos un placenteros y relajantes momentos. Con unos acordes que parecen contonearse para seducir al oyente a su gratificante y magnético sonido. El clásico tema de psicodelia para cerrar los ojos y dejarte llevar por la multitud de sensaciones que puede proporcionarnos la música llena de belleza como esta.  Una pequeña obra maestra de la psicodelia contemporánea con fuertes poderes terapéuticos.  En su parte final, el sonido que vuelve más grueso y pesado sin perder su encanto.

Retomando los pasajes exóticos ‘Hawawa’ es un tema de pausada psicodelia aromatizada. Como su borboteara la melodía se contonea rítmicamente mostrando todo su poder de seducción. Una vez caído en su hechizo, el oyente se encuentra con solo ácidos y un ritmo que evoluciona a un escenario de pesadez en el que THE FUR golpean con lentos y plomizos riffs. Sin darnos cuenta ya escuchamos psicodelia ensoñadora, sino un perturbador corte psycho-doom Pero si en algo son magos los belgas, es en hacer que el viaje esté lleno de alicientes, así cambian nuevamente el rumbo del tema, para fusionar los momentos de pesadez con su tonos más exóticos en pasajes  perturbadores.

Si el álbum abría con el tema más largo, cierra con el segundo en duración. ‘Yage’ son ocho minutos mágicos en los que la nave sideral belga gravita en atmósferas psicodélicas llenas de encanto. Psicodelia pesada de alto octanaje que camina por distintos caminos dentro del género. Con una combinación de Stoner aderezado con envolventes sonidos creados por los sintetizadores, consiguen llevarnos a un desierto cósmico. Allí, el vacío se refleja en suaves y hechizantes acordes entre nebulosas siderales aportando un tono de misterio a ese entorno. Entrando en una fase de completo magnetismo, el tema gravita en ese insondable entorno espacial, con una narrativa fluida e impactante. Modulando la intensidad a lo largo del corte, consiguen que el viaje sea tractivo y pintoresco.   

The Fur

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